JORGE “CHINO” GEROSI

Dentro del circuito de la asociación de tenistas profesionales se congrega una serie de personajes que están ligados a los grandes monstruos del tenis mundial.

Hay muchos entrenadores que tienen la suerte de estar al lado de jugadores que tuvieron las cualidades naturales para hacerse sentir en los grandes torneos sin ser necesariamente autoridades reconocidas en el tema de la dirección.

En contraste, hay otros que están inmersos en el inframundo que incluye los torneos de formación que incluyen a los futuros, a los challengers indispensables para la suma de puntos que catapultan a los prospectos a los torneos ATP 250, 500 y 1000. Uno de ellos es el Argentino Jorge “Chino” Gerosi.

En charla de tenistas Gerosi compartió la sal y la pimienta con dos reconocidos profesionales mexicanos. Nos referimos a Luis Enrique Herrera quien fue 49 del mundo el 9 de noviembre de 1992 y el no menos célebre Agustín Moreno Palmer, quien en su etapa de juvenil fue número uno del mundo en dobles y en su fase de profesional logró la proeza junto a Leonardo Lavalle, de acceder al Roland Garros en 1988.

Tanto Herrera como Moreno ratificaron la calidad de Gerosi bajo el argumento de ser un formador natural de jugadores profesionales. Siempre el último referente, el argentino Carlos Berlocq, quien de ser considerado un tronco y del mismo nivel del mexicano Daniel Garza, logró dar el brinco que hizo posible que se midiera en los grandes torneos a jugadores del calibre del suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, nueve veces campeón de Roland Garros.

Gerosi quien dista de ser total y absolutamente diferente a la mayoría de sus compatriotas que llegaron a México, quienes han sido catalogados de vendedores de humo y sueños nos explica a detalle cuál ha sido la fórmula ganadora que él ha tenido para lograr que jugadores de bajo perfil logren dar el estirón, lo cual dentro del mundo de tenis es sumamente difícil por no decir casi imposible.

Rascándose su cabeza repleta de cabello de tinte canoso, cruzado de piernas y atento a la conversación, da sus puntos de vista sobre el tema:

“primero en mi caso no trabajé con federaciones, siempre trabajé con presupuestos familiares y con gran espíritu, en el objetivo de pasarlos de Juniors al Profesionalismo. Época en donde en la carrera de un jugador de tenis la transición del jugador junior al profesional es muy compleja. Por varios motivos: primero, es una edad de grandes decisiones a nivel humano. Social, presupuestario, y una franja de edad en donde hay que decidir por ser universitario o tenista profesional y/o entrar al mercado laboral.

Una vez tomada esa decisión básica en una familia, ahí empieza esta carrera o este ciclo largo hacia el profesionalismo en donde básicamente cambia la situación social del joven y el presupuesto formativo en profesionales. “

A partir de la década de los 70’s surgen jugadores latinoamericanos interesantes, en México, Raúl Ramírez brilló al máximo nivel, luego de haber conquistado en 1971 el Internacional Juvenil del Centro Deportivo Chapultepec. Por invitación de Pierre Darmon, Ramírez fue a Roland Garros donde sorprende venciendo al estadounidense Jimmy Connors y al sueco Björn Borg. En esos tiempos, en el cono sur, otro jugador que visitó México como juvenil, dio muestras de su valía. Ese señor se llama Guillermo Vilas, quien llegó a ser la segunda raqueta mundial.

A partir de Vilas y sin ofender a sus antecesores, el tenis argentino se convirtió en un productor natural de jugadores, entrenadores, preparadores físicos y analistas de este bello deporte.

Las batallas de Vilas en Forest Hills permanecen en el cerebro de los grandes conocedores porque era un arcillista natural que a pesar de ser un jugador tieso, impuso condiciones. Posterior a él triunfaron Gastón Gaudio, monarca de Roland Garros 2004 y luego apareció un tipo alto que en su etapa de juvenil se lamentaba no cerrar los partidos importantes, uno de ellos en la copa Casablanca. Ese tenista responde al nombre de Juan Martin del Potro.

No podemos olvidar en la rama femenil a Gabriela Sabatina, acérrima rival de Steffy Graf.

Hoy en día el tenis argentino sin duda en la rama femenil, pasa por un mal momento y en la varonil, no obstante de ser competitivos en la copa Davis, carecen de un guerrero que esté a la par por lo menos en ranking de los primeros top 4 encabezados por el serbio Novak Djokovic.

Al respecto la opinión de Gerosi tiene mucha importancia porque después de escuchar sus argumentos, tendrán una idea más clara de las altas y bajas que puede tener un país con historia.

A hacer uso de la palabra, el “Chino” fue claro: “en esta época, en los últimos cinco años aparece un fenómeno en el tenis mundial que es la larga vida que los jugadores profesionales tienen actualmente. Al salir los jugadores más tarde del circuito, 36 a 37 años en los individuales y hasta 39 a 40 en los doblistas, ejercen un tapón para los jóvenes como hablaba en el primer punto sobre la transición de los Juniors hacia el profesionalismo.

La larga vida de los deportistas hoy en día con las mejoras en sus preparaciones, su alimentación, la medicina, y la preparación física, hacen que hoy los jugadores tengan una buena vida de 12 a 15 años en el profesionalismo. Esta ruptura demora las estructuras de los Juniors y el puente que se produce a los 17 años en la terminación de la carrera de Juniors es mucho más largo en la actualidad.

Esto se produce en los últimos 5 años. En el caso argentino, lo vemos y lo estamos viviendo desde Roland Garros del 2000 en donde en semifinales llegaron 3 argentinos: Agustín Belloti, Andrea Colarini y Facundo Argüello, hoy demorados a sus 23 años por este taponamiento que ejerce la larga vida de los profesionales.

Si alguien puede hablar de los cuatro herederos de Raúl Ramírez y nos vienen a la mente Francisco Maciel, que fue 35 del mundo, Leonardo Lavalle, quien debutó en Copa Davis en 1985 y al paso del tiempo sería un gran héroe de esa justa, y Luisito Herrera.

Nos interesa la opinión del “Chino”, para determinar el por qué el tenis mexicano luego del retiro de Herrera, ha venido de más a menos, al grado de que nuestros mejores exponentes tienen el nivel del futuro. Sin tapujos y de su ronco pecho ésta es su puntualización:

“Es mi opinión muy personal y me hago cargo de lo que digo, es muy difícil que un país desarrolle su tenis interno sin reciclar a los exjugadores profesionales para introducirlos en forma de equipo y contemporáneamente trabajar por su país. Si no, miren al tenis francés, cómo tiene una estructura vertical y armada para los exjugadores franceses, insertándolos en la formación de Juniors hacia el profesionalismo.”

Para finalizar, la pregunta que le hacemos a Gerosi y de acuerdo a lo que ha visto y considerando que en mujeres, México tiene el nivel de Argentina y en hombres sigue estando abajo, cuánto tiempo nos llevaría disfrutar de la gloria a través de jugadores de élite.

“Si usted me pide un tiempo, se lo voy a dar y voy a tomar un riesgo por la lectura que hago de los jugadores mexicanos, si la pregunta se refiere a este país, creo que tomaría entre 5 y 7 años dentro de un programa metódicamente bien armado, mi experiencia con los jugadores salientes de juniors me toma que hay un proceso adentro del profesionalismo de por lo menos 3 años hasta que se pongan en las puertas del nivel élite que el señor Álvarez menciona. Son 3 años formativos dentro del profesionalismo y 3 años de inserción en la élite. Hablamos de un promedio de 5 a 7 años. Hablando de tiempos actuales, en las puertas del 2016.