El colombiano Jaime Cortés llegó a México porque se dio cuenta que era un país que ofrece grandes oportunidades por la gran estructura que tiene y por qué no aparecen en singles jugadores bien rankeados en el tour mundial.
De tal forma que le hizo la lucha con algunos jugadores y en su andar en el tenis mexicano le puso el ojo a Lya Fernández y decidió apostarle a su potencial. Este mecanismo lo han usado entrenadores que hicieron fama a través del resultado del jugador como Nick Bollettieri.
Cortés ha estado cerca de grandes jugadores en justas de grand slam, pues los asesora y la última prueba se dio con la germana Tatjana María que llegó a semifinales Wimbleon.
Aprovechando la estructura que impera en México, Cortés puso a competir a Lya Fernández, quien se convirtió en la primera infanta mexicana de 14 años en llegar a la final de una justa de 15 mil dólares en la historia de la era abierta del tenis.
El colombiano ya tiene como entrenador e México un logro que le reconoció la propia jugadora en medios locales de Cancún.
Cortés admitió que el tenis es negocio y en la etapa inicial de Lya él es el que invierte y si la pega en el profesionalismo recupera la inversión, lo cual nos pareció honesto.