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SOFIA KENIN: VENGO A DAR LO MEJOR DE MI JUEGO
Sofía Kenin, la estadounidense número tres del planeta llega al Abierto Juvenil Mexicano después de haber ganado el Orange Bowl, una de las competencias internacionales más importantes y la más longeva del circuito juvenil, y después de haber quedado finalista en el US Open esta temporada.
De resultar victoriosa de este torneo “Grado A”, ganaría 250 puntos, lo que le permitiría escalar hasta la posición número dos del mundo y, de seguir dando su mejor juego y continuar triunfando durante la temporada de invierno 2015, podría iniciar el 2016 como la número uno, arrebatándole el puesto a la húngara Dalma Galfi, quien triunfó durante la tercera edición del AJM.
Actualmente está entrenando arduamente en las instalaciones del Centro Deportivo Chapultepec. Su padre la entrena desde que empezó a apasionarse por el deporte blanco, en su propia casa, pero forma parte del grupo de tenistas que se preparan en la Pro World Tennis Academy, en Delray Beach, Florida.
Empezó a jugar tenis desde los cinco años y afirma que “desde entonces mis papás me decían que prefería las pelotas que las Barbies”. Jugó su primer torneo cuando tenía siete años y es el único miembro de su familia que se interesó por el deporte.
A partir de entonces, siguió escalando y tomado práctica y experiencia para colocarse como una de las máximas promesas. “Definitivamente, la competencia más importante que he jugado es el Orange Bowl, en el cual triunfé con marcador final 6-3, 6-3”, dijo. Durante esa competencia de alto prestigio, venció a compatriota Ingrid Neel.
En general, ella afirma que “simplemente vengo a dar lo mejor de mi juego, a tener un buen resultado aquí, disfrutar de la atmósfera y con suerte ganar, por supuesto”. Respecto a la altitud, aseguró que durante los primeros días le costó acostumbrarse porque “definitivamente es muy diferente jugar aquí”, pero ya no es un problema para su juego.
Está contenta y a gusto con la hospitalidad que hasta ahora le han brindado los mexicanos y el club le parece “muy bonito, uno de los mejores en los que he jugado”.
Por Regina Mendoza.
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