En los primeros 20 años de la historia del Abierto Mexicano se noto la presencia de jugadores españoles y posteriormente se convirtió en una plataforma importante para los arcillistas latinoamericanos siendo los argentinos los que mayor provecho sacaron y en menor escala sucedió algo positivo con los brasileños.
El cambio de superficie en 2013 comenzó a sentirse con fuerza en el 2014 en lo que fue la XXII versión, porque solo tres españoles se mantuvieron vigentes que fueron David Ferrer, tricampeón de la justa, Feliciano López y Pablo Andujar. Y el único sudamericano que se coló fue Alejandro Falla vía calificación.
La estrella con mayores credenciales fue Andy Murray, ya que para entonces ya había cargado los trofeos de monarca en el US OPEN, Wimbledon y se colgó la medalla de oro en Juego Olímpicos. Toda una celebridad porque tuvo más reconocimiento que su paisano Tim Henman y se puso a la par de Fred Perry.
Murray llegó a la semifinal y nadie esperó su eliminación en manos del búlgaro Grigor Dimitrov, quien fue el verdugo del chipriota Marcos Baghdatis quien al igual que los mexicanos Miguel Ángel Reyes Varela y Tigre Hank recibió wild card.
Dimitrov un año antes se hizo notar en el tour ganando el torneo de Estocolmo y cuando disputó el cetro ante el sudafricano Kevin Anderson, mismo que dejó fuera a David Ferrer en cuartos y al ucraniano Alexandr Dogolpolov. se le daban posibilidades de éxito y así fue.
Entonces el telón lo cerró Dimitrov imponiendo score de 7-6 (1), 3-6,7-6 (5), en lo que fue una batalla que tenísticamente hablando que cumplió con la afición mexicana.
Un dato que resulta interesante fue el hecho de que el búlgaro siendo junior ganó Wimbledon.