Existen estados que producen buenos jugadores como Veracruz, en cuyo historial se detectan a exponentes de la talla de Joaquín Loyo Mayo, Oliver Fernández, Luis Díaz Barriga, César Ramírez, Luis Manuel Flores, Susana Rojas y muchas promesas que están actualmente en pie de lucha.
Sinaloa también aparece en el mapa con Lucila Becerra, Giuliana Olmos, Hans Hach, Luis Patiño y otros más que se nos escapan de la mente. Vale decir que todos los jugadores mencionados han representado a México en Copa Davis y Copa Billie Jean King.
Muchos de estos jugadores emigraron de sus lugares de origen para buscar mejores opciones de adiestramiento dentro y fuera de México, siendo el tenis estadounidense la opción más demandada y en algunos casos academias nacionales.
Tanto en Veracruz como en Sinaloa se puede jugar al nivel del mar, pero los jugadores mencionados también se manejan perfectamente en altura y eso lo puede constatar Santiago González, quien ha sido el de mayor actividad en una escuadra nacional con un total de 19 años, 35 series y 48 encuentros oficiales.
Sería más que oportuno analizar el por qué se le da el tenis de competencia a los veracruzanos y sinaloenses y sobre todo el por qué se ven obligados a buscar mejores horizontes en otros lugares.