GOLPE DE REVÉS
Alejandro Álvarez Zenith
En México hay muchos entrenadores que trabajan con jugadores de competencia. También hay extranjeros que se han colocado en nuestro medio, así como academias que buscan clientes del mercado mexicano.
En resumen nosotros podemos recomendar a muy pocos porque hemos visto como han trabajado con jugadores por periodos largos, tal es el caso de Nicolás Guizar, instalado en Estados Unidos, quien se ha dado tiempo de trabajar con chicos mexicanos y sus resultados han sido los más sobresalientes en los últimos años.
Tan es así que fue Marcelo Sepúlveda el finalista del Jalisco Junior Cup. Marcelo entrena con Guizar y es de los prospectos financiados por Telcel que vienen empujando fuerte. Consideramos que Guizar debe ser convocado por los súper 7 de la FMT para que en junta de consejo de sus puntos de vista.
Otro entrenador es Didier Belmond, quien en San Juan del Río logró sacar adelante a dos chicas que conquistaron campeonatos nacionales, tal es el caso de Dyane Barcena y Daira Cárdenas. Dyane conquistó la Copa ITF que organizó Chepo Alcocer en Querétaro.
El único exCopa Davis que se la está rifando con tenistas mexicanos es Daniel Garza. Hay varios jugadores reunidos en una casa en USA y compiten en el circuito profesional estadounidense, uno de ellos Daniel Moreno, hijo del ex Copa Davis, Agustín Moreno.
Dentro de este esquema existen los pescadores, es decir, entrenadores que buscan captar a los talentos de forma inmediata a través de promociones, proposiciones, etc. En ocasiones los pescadores son buenos, pero en otras no.
Lo cierto es que el tenis mexicano bajo mucho por pésimo trabajo que se hizo en la parte técnica de la pasada administración por una mujer que no sabe de tenis, pero que supo imponer sus ideas y por un técnico que uso los sueños guajiros para vender espejitos. Hoy en día basta con decir que el uno de México está por debajo de los 500 del ranking, hecho inédito en décadas de nuestro deporte.
Más allá de ser malinchistas los mexicanos debemos direccionar al tenis mexicano. Queda claro que para tener buenos guerreros hay que sostenerlos en las batallas. Y si hay poca presencia en el circuito juvenil no se puede esperar mucho.
