Por Alejandro Álvarez Zenith
Puedo decir con orgullo que soy naucalpense porque he vivido muy cerca del Club Reforma toda mi vida y por ello me lastima que tenistas señalen a patrulleros de Naucalpan como delincuentes.
Resulta que fuera del hotel sede del torneo seccional unos patrulleros interceptaron a una madre queretana y sus hijos. Le quitaron sus pertenencias y afortunadamente todo quedo así, luego de haber encañonado al chofer.
Poco falto para que la despojaran de su vehiculo.
De haber sido seudo patrulleros me llama la atención que no haya una supervisión de zona porque una patrulla no pasa inadvertida.
Los afectados aterrorizados emigraron de Naucalpan y no presentaron denuncia penal porque hay tal corrupción que les dio miedo.
El edíl Edgar Olvera tiene la obligación de esclarecer este incidente porque jugadores de la delegación queretana decidieron abandonar el torneo seccional por motivos de inseguridad.
Reitero que en México somos más los buenos que los malos y si los malandrines operan con impunidad es porque se les abre el camino y eso es repudiable.
Por respeto a los afectados no ponemos su nombre, pero haremos contacto con las autoridades de Naucalpan y le daremos seguimiento a este caso porque los malechores no tuvieron Mother.