El repunte del tenis juvenil estadounidense es evidente. En el Orange Bowl, Sofia Kenin se llevó los honores venciendo a la también norteamericana Ingrid Nel por 6-3, 6-3.
Sofía es una jugadora muy común porque le pega al revés a dos manos y al ser parte del equipo de la USTA intervino en la gira Europea sin grandes resultados y también hizo presencia en Ecuador y Brasil.
Fue parte del equipo estadounidense que conquistó el campeonato mundial de 16 años, pero en esa competencia hizo banca en los singles porque las estrellas fueron Tornado Black y Catherine Bellis.
Esta corona fue como una revancha para ella porque demostró que también es una jugadora ganadora.