Para la celebración del XX aniversario, la empresa Mextenis, propiedad de Alejandro Burillo apostó por Rafael Nadal, monarca en 2005, para que consumara un bicampeonato que sonara por todo el mundo al ser la quinta raqueta y super campeón de Roland Garros.
Lo sorprendente del momento fue el hecho de que Nadal no encabezó la siembra, pues en ese momento el tricampeón de la justa, David Ferrer, fue cuatro. De tal forma que estaba claro que la final pintaba con la bandera española y así termino siendo.
En la fiesta tenística del tenis mexicano se le dio cabida como wild cards a Cesar Ramírez, perdedor ante Nicolás Almagro por 6-0, 6-1; Daniel Garza, perdedor ante el argentino Martín Alund por 7-6 (7), 7-5 y Miguel Ángel Reyes Varela, perdedor ante el che Leonardo Mayer por 6-0, 7-6 (6). Para entonces quedó claro que a nivel del mar el torneo les quedó alto a los jugadores nacionales.
Los aficionados buscaban a las estrellas en el hotel sede o en la entrada del estadio cuando llegaban o cuando salían. Todavía había democracia a través de los baños porque los dueños de palcos y boletos de la parte alta hacían larga fila para consumar lo que coloquialmente se conoce como el uno y el dos.
Rafael Nadal utilizando casi la cancha completa le ganó en su debut al argentino Diego Schwartzman con un doble 6-2. David Ferrer superó al croata Antonio Veic por 6-0, 6-3. Y en el match más vistoso el italiano Flabio Fognini acabó de golpe y porrazo con el austriaco Stanislan Wawrinka 6-2, 7-6 (3).