Andrés Urencio, fue uno de los jugadores regiomontanos más competitivo en la década de los ochenta en el circuito para menores de 18 años. Impulsado por su madre estuvo presente en todos los torneos, pero encontró la consagración en 1990 cuando gana la Copa Yucatán.
En su generación se detecta a buenos jugadores como su archirrival Marco Osorio. También eran parte del show Erik Casas y Abaroa, quienes siendo más chicos ya daban guerra.
Urencio golpeaba de revés a dos manos y peleaba todos los puntos. RESPUESTA DEPORTIVA y Alejandro Álvarez Zenith estuvieron presentes para narrar todo lo que sucedió.
ESCUCHA A VLADIMIR ORTIZ, DIRECTOR DE CALIDAD DEPORTIVA EN NUEVO LEÓN