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RENATA ZARAZÚA SE DESPIDE DEL ABIERTO DE MONTERREY CON UNA BATALLA ÉPICA

Renata Zarazúa tuvo en sus manos la posibilidad de firmar una de las victorias más emotivas de su carrera. Sin embargo, la mexicana dejó escapar múltiples oportunidades y terminó cediendo ante la australiana Ajla Tomljanovic por 4-6, 6-3 y 7-6 (7/1), en un duelo que mantuvo en suspenso a la afición regiomontana durante más de tres horas.

El Estadio GNP Seguros vibró con la entrega de Zarazúa, quien en el tercer set protagonizó una remontada memorable. De estar abajo 2-4, pasó a colocarse 5-4 y 40-15 con dos match points en su raqueta. El público ya celebraba el milagro, pero la tapatía no logró concretar y permitió que Tomljanovic regresara al partido. Todavía tuvo otra oportunidad al quebrar de nuevo el servicio rival, aunque una vez más el cierre se le negó. En la muerte súbita, la experiencia y temple de la australiana impusieron condiciones con un categórico 7-1.

El partido fue un vaivén de emociones. Zarazúa arrancó con determinación, llevándose el primer set 6-4 gracias a su agresividad y precisión desde la línea de fondo. La intensidad del apoyo local parecía empujarla hacia una segunda victoria en el torneo —una hazaña que la habría convertido en la única mexicana con dos triunfos en la historia del Abierto GNP Seguros—.

Pero Tomljanovic, veterana de mil batallas en el circuito WTA, reajustó su estrategia en el segundo parcial. Su consistencia con el primer saque y su capacidad para alargar los intercambios hicieron mella en la mexicana, que cedió 3-6 pese a su esfuerzo por sostener el ritmo.

El desenlace, digno de un guion dramático, mostró lo mejor y lo peor del tenis: la valentía de Zarazúa para luchar cada punto, y la crueldad de un deporte en el que basta un par de errores en los momentos clave para perderlo todo.

Las estadísticas reflejan la paridad de la contienda: Renata conectó 3 aces y apenas cometió una doble falta, frente a los 7 aces y 13 dobles faltas de su rival. En puntos de servicio, la diferencia fue mínima: 51% para la mexicana y 53% para la australiana. Sin embargo, el tiebreak decantó la balanza con contundencia.

Más allá de la derrota, Zarazúa volvió a confirmar su espíritu combativo y el magnetismo que ejerce sobre la afición. Su tenis, lleno de garra y carácter, alimenta la esperanza de ver a México consolidarse poco a poco en el panorama del tenis femenino internacional.

Con su eliminación, el Abierto GNP Seguros se queda sin representación nacional en el cuadro principal, pero Renata deja una certeza: su juego sigue siendo capaz de emocionar y de poner de pie a todo un estadio.

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