A través de Ricardo Guzmán se logró contactar con el gran Marcelo Lara en el lejano Japón. Marcelo es uno de los mejores tenistas mexicanos de todos los tiempos, a quien se le recuerda por poner contra la pared a Jimmy Connors en una serie que ganó México a Estados Unidos porque lo llevó a cinco sets. En esa serie Lara y Raúl Ramírez ganaron el dobles en el Deportivo Chapultepec en diciembre de 1975.
De su ronco pecho, Lara, único mexicano en ganar del Orange Bowl de 18 años en la versión varonil, relató a Guzmán sobre el beso que le dio la Reina del Orange Bowl (Tennis, American football y de otros deportes), cuando recibió el trofeo de campeón.
«Yo no me acuerdo el porqué pero ella me iba a dar un beso en la mejilla y como pensé que hubiera sido muy incivil el que ella se hubiera inclinado a dármelo, me subí a la banca», recordó a sabiendas de que la mujer estaba muy alta.
El tenista siguió: En Japón y en mi querido México me han preguntado…(En Japón) Lara-san, ¿Cómo es que nunca jugó Junior Wimbledon? (En México) Marcelo, ¿Cómo es que nunca jugaste el Junior Wimbledon?
«La respuesta siempre fué y sigue siendo así: «En aquellos tiempos de mi época como juvenil, Junior Wimbledon siempre contrastaba con los exámenes semestrales en la escuela y como siempre consideré (y hasta la fecha considero), la escuela es más importante que el tenis, nunca participé y me concentré a tratar de ganar el Orange Bowl, ya que era durante las vacaciones grandes de la escuela».
El capitalino fue claro al decir que «afortunadamente gané los singles en la categoría de menores de 13 años derrotando en las finales a otro gran amigo llamado Luís García (cuando las categorías eran 13, 15 y 18) y los dobles Luís y yo perdimos en las finales de dobles».
Cuatro años más tarde «fue cuando gané el singles del Orange Bowl en la categoría de menores de 18 años teniendo solamente 17 años».
«Como dice el recorte…»Marcello Lara reaffirmedanother vote fortheserve and volley….» Así jugaba, así juego y así jugaré», dijo.
Se sincero al expresar que «seré muy obstinado y digan los actuales coaches lo que digan pero el que juega en la red gana».
Como una vez me dijo mi amigo Lalo Guerrero que no necesita presentación en el Boxeo Mexicano ni en el Boxeo Mundial…”El que no sale a partirse la madre, NO GANA”
Y yo «estoy muy de acuerdo en esto».
El botoncito que se me ve colgando «es mi medallita con el Sagrado Corazón de Jesús que me había regalado mi Mamá QEPD».
Nunca me la he quitado «desde que ella me la regaló y todavía la llevo colgando hasta la fecha y espero llevármela conmigo cuando me llame Dios Nuestro Seño»r.
Además y sin ofender a nadie, «mi intención era de que mi cabeza durante el salto sobrepasara el asta de la Bandera Americana (y lo logré) ya que mi oponente era Americano (Bill Harris) que había llegado 3 veces consecutivas a las finales del Orange Bowl en menores de 18 años».
Profundizó en el tema al decir acerca de Harris que la » primera final la perdió ante Tony Roche, la segunda ante Thomas Kock (Brazil) y la tercera ante su servidor».
