Un día en la vida de Antonella Marín, una promesa oriunda de Nuevo León que en las canchas de tenis ha demostrado carácter y a su vez hace visible una luz que solo se les da para aquellos afortunados que nacieron con estrella.
Antonella combina el deporte con la excelencia académica, por ello resulta más que interesante conocer como le da paso a los días en una época en la que los miedos están a la orden del día.
Entrena con el equipo de básquetbol escolar de tres cuatro y 30 PM, después se incorpora al Vélez Tennis Center para entrenar tenis hasta las de la tarde noche.
Le gusta cumplir en todo y siempre busca la manera de balancear sus estudios, entrenamientos, partidos de basquetbol, torneos de tenis, los cuales la mayoría de las veces implican salir de viaje, y además mantiene una vida social muy activa.
Su último torneo fue el Seccional en Torreón, Coahuila, donde logro levantar el trofeo de campeona, esto fue justo antes de la llegada de la pandemia al país, lo cual vino a revolucionar su rutina pero logró adaptase rápidamente y continuar con lo que más le gusta: el tenis.
Por las mañanas con horario flexible ha cumplido con sus deberes escolares, por las tardes algunos días entrenaba de manera virtual, pero lo que vino a beneficiar su forma de juego fue el entrenamiento personal que tuvo con Eduardo Vélez en cancha donde perfeccionó su técnica, modificó su saque, y definieron estrategias de juego.
De esta forma busca sacar partido de la situación actual y seguir mejorando para cuando sea momento de regresar a