Amigo Alejandro Álvarez:
Me da mucho gusto saludarte por medio de este breve mensaje para indicarte, que me siento muy complacido en leer los mensajes tenísticos que me haces el favor de mandarme por medio de respuesta deportiva que es donde expresas tus opiniones sobre el tenis internacional y mexicano lo cual siempre son artículos para mi muy interesantes porque a mi edad las considero como capsulas culturales actualizadas de este bello deporte llamado TENIS.
Hay algo para mí de sumo interés que me hiso recordar sobre los años 70 cuando estaba al frente de la federación mexicana de tenis Jean Marie Lemaitre en ese entonces presidente de la federación. Siempre con un objetivo primordial que tenía en mente de hacer un centro de capacitación que manejara la (FMT) donde estarían las oficinas de la misma federación rodeadas de un estadio tenístico de primer nivel y varias canchas para la práctica del deporte blanco en donde se pudieran impartir clases y clínicas para niños que tuvieran las comodidades al día contando con un excelente material didáctico., y lo más importante con grupo de profesores y médicos especializados en la disciplina y recreación del deporte que mencionó algo en ese tiempo imposible de realizar por los costos excesivos de lo que significa un sueño realista pero difícil de llevar a buen puerto. El señor Dr. Josué Sáenz hombre culto y valiente presidente del (COM) soñó con este proyecto también al unísono de los miembros de la federación mexicana de tenis de la época que en principio no se contaba ni con oficinas propias para realizar las juntas semanales cotidianas que exigía la organización del tenis en México.
El día de ahora me doy cuenta que se ha avanzado en este aspecto y los jóvenes federativos actuales tienen la ambición de llevar al cabo no uno si no varios centros como el que menciono en principio en diferentes ciudades de la república Mexicana con grandes patrocinios económicos que de llevarse a cabo nuestro país volvería con el tiempo hacer nuevamente una potencia tenística mundial.
Es una humilde opinión de la cual me da mucho gusto que se hiciera realidad.
Atentamente: