Que tiempos aquellos los de don Eugenio Valencia al frente de la Asociación Queretana de Tenis. Le ponía sabor al caldo cuando se subía a la silla del juez para hacerla de referee en una batalla oficial.
En ese tiempo no había la cantidad de árbitros que hay actualmente, entonces había que entrarle al quite y sus decisiones a veces fueron polémicas y divertidas.
Su trato con la gente siempre fue cordial y en los clubes lo querían porque era sencillo y evitaba los problemas porque el tenis era de caballeros, hoy en día no imaginamos a don Eugenio tomando partido de un lado y luego voltearse para el otro.