La reaparición de Alejandro Burillo en Los Cabos nos da mucho gusto y nos motiva porque hay grandes cambios desde el nacimiento del Abierto Mexicano a la fecha. El Abierto Mexicano nació en el seno de la FMT siendo el presidente de la Jesús Topete.
Si bien es cierto que el tenis profesional en la era abierta lo apadrino Jorge Rendón con el campeonato mundial de dobles en 1975 hay que decir que en 1993 el gran atractivo era la copa Davis. Recuerdo que ese año se le ganó a Canadá y luego se perdió ante Argentina en el Buenos Aires Lawn Tennis.
Había circuito satélite, funcionaba de maravilla la Copa Casablanca y la Copa Yucatán cumplió siete años. En la provincia el tenis iba en ascenso y se pedía la sede de series. De tal forma que Jesús Topete decidió darle vida al Abierto Mexicano comprando la franquicia al hermano del expresidente brasileño Color de Melo en 1992.
Fue el banquero Carlos Gómez y Gómez, quien apoyó el arranque del certamen en 1993 combinando esfuerzos con la FMT y un grupo de inversores, uno de ellos Gastón Villegas. Banco Mexicano encabezado por Gómez y Gómez desaparece y el que le entró al quite fue Alejandro Burillo. Los inversores vendieron sus acciones y la FMT mantuvo las suyas algunos años.
Hoy en día la historia del tenis mexicano es muy diferente porque a finales de los noventa en campeche nacieron los futures. A través de Hernán Garza nació el WTA de Monterrey en el 2009.
Una década después apareció Ernesto Álvarez y Alejandro Ortega, quien le dio vida al circuito de futures más grande en la historia de México y de América. También comenzó a formarse un grupo en Jalisco que funciona por separado. Gustavo Santoscoy le dio vida a un K125, Carlos González al frente de la ATJ y Juan Hernández y su compañero de fórmula Norberto Mantiñan sin pensar que les tocaría enfrentar la pandemia.
De este movimiento Juan Hernández fue nombrado presidente de la ATJ y con su apoyo Carlos González llegó a la presidencia de la FMT. En el 2020 en cascada se suspendió la actividad del tenis mundial y en México ese nefasto efecto provocó el paro del ITF de Irapuato y el K125 un día antes de su realización fue cancelado en Zapopan.
Nadie imagino que en el 2021 Jalisco tuvo la reactivación del tenis más asombrosa al grado de estar por encima de Brasil y Argentina. La ATJ con el apoyo de clubes y gente entusiasta y valiente sacó adelante torneos y fue la carreta que jaló al tenis mexicano y mucho se debe al liderazgo de Juan Hernández que ha sostenido en su entorno un J300 que ha atraído a los mejores juveniles del mundo incluido el prometedor Rodrigo Pacheco quien al día de hoy acredita una victoria de Copa Davis en el San Javier en el duelo contra Dinamarca.
La FMT colocó 30 torneos ITF para menores de 18 años en el 2023. No conforme el presidente González esta gestionando vinculaciones para darle vida a un circuito de 15 mil dólares similar al que opero e Cancun combinando sedes en Tlaxcala y Veracruz, lo cual será espectacular.
Santoscoy tuvo bajo su cargo hasta ahora 14 justas femeniles, entre ellas: un WTA 250, dos torneos de Maestras, un master 1000. Un K125 en San Luis Potosí y Vallarta.
Mextenis logro juntar un ATP 250 con un 500 un hecho inédito en Latinoamerica más un challenger.
Sin duda Alejandro Burillo por mantener tres décadas una estructura fortaleció un esquema que superó lo hecho en la era dorada del tenis por lo que se nombraba Torneo Panamericano en el que también llegó la crema y nata del tenis de ese tiempo.
Lo irónico tiene que ver con el hecho de que el deporte blanco vive su mejor momento estructural en una época en la que han sido sacrificado canchas de tenis para la construcción de similares de Padel.