GOLPE DE REVÉS
Alejandro Álvarez Zenith
Hay quienes se preguntan el porqué el tenis mexicano ha venido de más a menos desde la era de Raúl Ramírez.
Esto lo decimos por qué en la década de los ochenta, jugadores buenos como Francisco Maciel, Jorge Lozano, Leonardo Lavalle y Luis Herrera, fueron inferiores a Ramírez, quien fue 4 del mundo en singles en 1976 número 1 en dobles.
Posteriormente surgieron a partir de los años noventa jugadores, cómo Alejandro Hernández, Óscar Ortiz, Miguel Gallardo, Santiago González, cuyo ranking fue inferior al que acreditaron los herederos de Ramírez.
Hoy en día buenos tenistas cómo Tigre Hank, Lucas Gómez y otros, por diversas razones, están muy por debajo del ranking que llego a tener como singlista Miguel Gallardo y Santiago González. Lamentablemente nadie puede negar que hemos venido de más a menos, entonces algo se debe de hacer para cambiar esta situación qué tiene atrapado al tenis mexicano por más de 40 años.
Adicional se tiene que sumar la falta de capacidad de respuesta para desarrollar buenos juveniles, esto lo decimos porque en el 2008 César Ramírez fue semifinalista de la versión juvenil del Roland Garros, aunado a que llego a estar de número 3 en el ranking mundial para menores de 18 años.
Recuerdo perfectamente que la responsable del área técnica peleada para que no se le diera apoyo a Ramírez, bajo el argumento de no comprobar gastos, pero a un jugador de estas características se debe oponer a su lado a una persona capacitada para administrarlo y así inducir su mente al tenis de competencia y no a la grilla qué se genera fuera de una cancha.
Por todo lo expuesto, todos aquellos qué quieren llegar a través de elecciones a la presidencia de la Federación Mexicana de Tenis, se deben de preguntar si se debe seguir el modelo que se conoce actualmente o hacer un cambio radical en la operación de la institución.
En nuestro puntp de vista si queremos desarrollar jugadores la FMT debiera comprometerse más en el desarrollo de prospectos con programas apegados a nuestra cultura y no mediante a demagogos con especialidad en la mentira.
Ante tales circunstancias no vemos temerario pensar en convertir a la Federación Mexicana de tenis en una Academia, en la que, los miembros del Consejo Directivo sólo pienso en él como generar un desarrollo triunfador de los prospectos.
Para formar jugadores se tiene que pensar en el tenis de alta competencia. Y para ello se tiene que hablar un lenguaje de tenistas. Me gustaría que en una junta de Consejo Directivo se tratara como tema principal como elevar el nivel de un jugador con potencial cómo lo es Tigre Hank, esto mismo se podría aplicar en Lucas Gómez y porque no en una chica prometedoras cómo lo es Dianela Rodríguez.
Al frente de la Federación Mexicana de Tenis, ya tuvimos buenos abogados, buenos administradores de empresas, incluso un ex jugador como lo fue Pancho Maciel, pero si queremos que suceda algo diferente no debemos de seguir los mismos caminos, en los que, se ha transitado en los últimos años. Si queremos que pase algo diferente, tenemos que hacer algo diferente.
Yo estoy de acuerdo en qué las federaciones deben de tener autonomía para la toma de sus decisiones, pero también estoy completa y absolutamente de acuerdo con el rector del deporte Alfredo Castillo, quién ha dejado en claro su postura en torno a los ingresos que reciben las federaciones de parte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
¿Quieres dinero Federal?, pues debes de dar resultados. Bajo este esquema una federación cercana a un centro tenístico podría dar mejores resultados porque la mentalidad se centraría en el mejoramiento del desempeño de los jugadores.
Por las diferencias que se han dado dentro del deporte mexicano, lamentamos la ausencia de muchos de los mejores juveniles nacionales en el Orange Bowl por falta de recursos, dado que la FMT se vio obligada en cancelar la gira de invierno, pero lo que nos causó indignación fue haberme enterado de la presencia del director técnico de la institución en una junta con similares de Estados Unidos y Canadá al calor del Orange Bowl para mejorar la situación de competencia en la zona norte del continente.
Los dirigentes del tenis mexicano lejos de separarse de sus homólogos de la CONADE, debieran adelantarse y programar los cambios pertinentes, pues un cuate como Alfredo Castillo posiblemente no tendría duda en apoyar un centro de alto rendimiento dirigido por los miembros del Consejo Directivo, luego de que éstos sean capacitados para desarrollar una actividad tan importante.
No se puede tener dirigentes en clubes, asociaciones, federaciones, quienes por ignorancia no tienen la menor idea de quiénes son los mejores en cada categoría de los torneos que avalan. Reiteró que me encantaría que mostraran un interés para buscar las condiciones que hagan posible que un jugador encuentre el éxito. Soñar no cuesta nada!
