El tenista mexicano Alejandro Hernández Serrano, oriundo de Acapulco, Guerreo, logró acceder a los octavos de final, de la IV edición del Abierto Juvenil Mexicano, luego de imponerse en escalofriante batalla de tres sets al gigante canadiense Alexander Donski por parciales de 4-6, 7-5, 7-6.
El jugador, de origen acapulqueño, relató fielmente lo que sucedió en el match: “En el primer set estuve fallando, no me solté y estaba nervioso; ya para el segundo me mentalicé para soltarme y tener buena mente, pues consideré que si no, todo acababa aquí”.
El encuentro no estuvo exento de dramatismo, los momentos finales del partido fueron los más álgidos, cuando Alejandro sacaba 6-5 para ganar el match, se le fue de las manos con par de doble faltas y provocó que se fueran a muerte súbita:
“Si cometo doble falta, se me va el partido –dije-, tengo que meterla, para ganar el match, y así fue, me recuperé y en el tie break tuve muy buena mente para ganarlo”, dijo el guerrerense, que es apodado cariñosamente “El Tigre”.
Sin embargo, nuestro representante no se conforma con este resultado y buscará en los octavos de final darle otra satisfacción a la afición local que se dio cita para apoyarlo en el Estadio Rafael Osuna del Centro Deportivo Chapultepec.
Hernández enfrentará en la segunda vuelta al francés Geoffrey Blancaneaux, décimo en la siembra, ganador a su vez del estadounidense Nathan Perrone por parciales de 2-6, 6-3, 6-4.
Nicolás Guízar, entrenador de Alex, de 16 años, aseguró que el objetivo que tiene con su pupilo es ambicioso, pues se han trazado como meta que para finales de 2016, el diestro acapulqueño se ubique entre los primeros 50 del ranking juvenil a nivel mundial.
NICOLAS GUIZAR
Guízar, entrenador mexicano establecido en Tampa Bay, Florida, también logró que uno de sus alumnos, Luis Flores, fuera el único mexicano que lograra superar la fase de clasificación. Al respecto, Guízar da las razones que atribuye a este objetivo logrado:
“La clave es un trabajo bien planeado para ir desarrollando las cualidades del jugador, en el caso de Luis, es de más de un año de intensa labor, es un joven muy alto, 1.92 de estatura, con buen servicio y se le enseñó a explotar esas cualidades, ahora está aprendiendo a ser eficiente en la cancha”.
Muchos de los representantes nacionales al estar “en casa”, contrario a capitalizar esto a su favor, sienten una presión extra que en ocasiones los hace quedarse en esta ronda de clasificación, sin embargo, en el caso de Luis, estar en la Ciudad de México, es una motivación.
“La presión existe, pero hay que aprender a manejarla”, incluso el coach precisó que el motivo de las derrotas de otros connacionales, más que presión se debe en ocasiones a falta de nivel.