En la década de los años treinta, Jesús Álvarez llegó a ser el mejor tenista mexicano que vivía del tenis. Como referencia se inició en el mundo del tenis con Esteban Reyes. La diferencia entre Jesús y Esteban para representar a México en Copa Davis fue muy interesante.
Resulta que Esteban, quien daba clases de tenis al igual que Jesús se las ingenió para argumentar que era estudiante cursando taquigrafía y así pudo jugar Copa Davis.
Aún así Chucho Álvarez fue reconocido en el tenis por sus alumnos y por su hijo Alfredo, quien fue protagonista en dos ocasiones de la gran final del Orange Bowl. Alfredo venció a todos sus contemporáneos incluidos Joaquín Loyo Mayo y Marcelo Lara.
En el Club Reforma una vez arrancada la era abierta del tenis, Jesús organizó el primer torneo de bolsa.
Un testimonio la da Carlos Sendel campeón de México en la división de 70 años.
