Javier «Gato» Ordaz, uno de los tenistas vivientes más emblemáticos del tenis mexicano, apoyado por el periodista Alejandro Álvarez Zenith, hizo una narrativa de diferentes puntos de mucho interés para jugadores y padres en las instalaciones de la ATEM.
En charla con Álvarez, el famoso Gato recordó su origen de recogepelotas en el Junior Club y puntualizó que siguió el ejemplo de sus tíos Lucio y Rubén Baltazar en paz descansen, «el dinero que ganaba lo usaba para mis gastos, pero me gustaba atajar porque aprendía y la verdad es que no tuve un maestro que me diera clases. Yo comencé con una tabla».
El tenista dejó en claro que en el tenis hay que tener hambre, «yo jugaba para comer y para mi fue un orgullo comenzar a competir a los 16 años y representar a México en Copa Galea, Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Copa Davis. Yo sentía miedo, pero en cancha me soltaba. Escuchar el himno nacional fue algo maravilloso».
El Gato mencionó a grandes jugadores con quienes sostuvo batallas inolvidables, «enfrente al galo Yanick Noah en Francia y al ecuatoriano Andrés Gómez en Juegos Panamericanos. Gane medalla de bronce con Alejandra Vallejo y en Copa Davis tengo presente mi debut ante el venezolano Humphrey Hose y el duelo que sostuve contra el estadounidense Scott Davis en el Deportivo Chapultepec».
Reconoció que dejo de comer tres días por haber hecho una inoportuna apuesta en el Casino de Montecarlo y recordó haber viajado con José Luis Clerc en Europa, «solo iba con el chiquilín González, en cambio los argentinos iban en grupo y eran muy unidos».
De su relación con Raúl Ramírez manifestó que fue extraordinaria, «en Roland Garros no me pelo, pero en Copa Davis me pidió que entrenara con él y le dije que no porque yo vivía del tenis y tenía que cobrar. La FMT me pagó y tiempo después nos hicimos grandes amigos».
A su amigo y mentor Juan José Figueroa lo recordó con respeto y se dio tiempo para explicar la enseñanza de George Toley, «siendo uno de México le dije que me enseñara a pegar diferente el revés, pero me dijo que si el slice me funcionaba no era necesario cambiarlo».
El Gato recordó su relación con Luis Herrera y recomendó a los padres de los jugadores no obligarlos de más, «hay quienes quieren que su hijo sea bueno y posiblemente el chico no lo desea hay que hablar con ellos para saber que quieren».
Los presentes ovacionar a Ordaz y el jugador de forma humilde se despidió, se tomó la foto del recuerdo y recibió un reconocimiento de parte de Aline Chavez.