Javier Ordaz a los 60 años de edad está más activo que nunca y decidido a trasladarse a Acapulco para agarrar color con una competencia demandante.
De entrada todos los días entrena a dos jugadoras de la India por el rumbo de Ciudad Satélite, pero tiene una agenda cargada de torneos.
Ordaz, explicó a RESPUESTA DEPORTIVA que tiene planeado un viaje sin veraneo a Acapulco, «fui invitado a competir en un mano a mano entre México y Estados Unidos en el Mayan y me he preparado para estar afilado».
En dos semanas, agregó, «estaré compitiendo en el Internacional de Acapulco y finalizo la temporada en el Campeonato Nacional a celebrarse en el Club Reforma».
El tenista aseguró que la vida «es divertida porque para todos sale el sol. Hay que meterle duro al tenis, siendo honesto en la cancha».