La mentalidad del juvenil mexicano en términos generales debe de cambiar. Hoy México cuenta con el calendario de ITF más grande del mundo. Es cierto que solo se cuenta con un J300 y un J500, pero los de rango J30, J60, J100 y J200 deben ser aprovechados por los prospectos nacionales.
Si usted analiza el ranking ATP son muy pocos los tenistas mexicanos que tienen puntos y por lo menos en el arranque del challenger de San Luis Potosí se tienen que usar wild cards para que haya presencia nacional. Por eso se recuerda a Luis Herrera como el último top 50 del mundo mexicano el 9 de noviembre de 1992.
De no cambiar la mentalidad del jugador mexicano se puede decir que en México este deporte solo es formativo para la gran mayoría y la plataforma profesional es muy escasa, sin dejar de reconocer a los guerreros que están en la lucha en ambas ramas, pero se cuentan con los dedos.
El reto del millón de pesos para el entrenador que en esta temporada coloque a un top 5 juvenil sigue vigente. Y dejamos claro que en México existen buenos entrenadores para que no se piense que estamos metiendo veneno. Aquí el tema es muy profundo porque la base de iniciación es pobre porque hay pocos prospectos.