ALEJANDRO ALVAREZ ZENITH
XXXV AÑOS AL SERVICIO DEL TENIS
Detrás de un tenista se escriben todo tipo de historias. Todo depende del desempeño en cancha porque en el mundo del tenis son los triunfos y las derrotas las que hacen una diferencia. Por ello conocer parte de lo que ha sido Ashleigh Barty te sorprenderá porque es una fuera de serie.
Ganar la versión juvenil de Wimbledon y US OPEN es extraordinario para cualquier jugador, pero Barty lo hizo con 15 años y no conforme en el Campeonato Mundial que organizó San Luis Potosí en 2011 ganó todas las batallas sin ceder un set, siendo la mexicana Victoria Rodríguez la que ofreció mayor resistencia.
El brinco al profesionalismo termina siendo una trampa para juveniles notables. No fue el caso de Ashleigh ganadora de tres justas de 25 mil dólares en su natal Australia y una más de 50 mil en Nottingham, Inglaterra con 16 años cumplidos.
Casey Dellacqua, once años mayor, la aceptó de pareja a sabiendas de su potencial y sorprenden a la crítica especializada en enero y julio de 2013 al llegar a la final en Australia y Wimbledon en su versión profesional.
Analizando la temporada 2014 llamó la atención una batalla de primera ronda de calificación del torneo de Acapulco que sostuvo ante Naomi Osaka, a quien venció por 6-2, 6-4. Ese partido paso inadvertido porque nadie se imaginaba del potencial de ambas.
Luego de haber intervenido en 12 torneos sorprendió al colgar la raqueta para jugar en el equipo de cricket Brisbane Heat en la Liga Big Bash de Mujeres. La decisión se tomó luego de haber perdido ante la checa Barbora Strycova en la primera ronda del US OPEN.
Se reincorpora al circuito en 2016 y fue hasta el ocho de junio de 2019 cuando da la campanada al llevarse la corona del Roland Garros derrotando a la checa Marketa Vondrousova y cierra el año como la número uno del mundo.
La pandemia provocó la cancelación de torneos importantes. La australiana concursó en cuatro torneos en el 2020. Y este año repuntó conquistando Wimbledon, suficiente para asegurar un sitio en el Finals WTA.
Por lo aquí expuesto Ashleigh ya les hace sombra a sus compatriotas Evonne Goolagong y Margaret Court ganadoras de siete y veinticuatro cetros de singles en Grand slams.
El secreto de su grandeza se fundamenta en una técnica de alta escuela, pues chocando la pelota con slice arrastra la pelota en el piso descontrolando a las rivales muy al estilo del legendario Ken Rosewall, quien a los 40 años protagonizó la final de Wimbledon.
El resto de su armado que la llevo a la cumbre se resume a una extensa gama de golpes y efectos comunes visualmente en el tour, siendo la diferencia el momento oportuno para cerrar las jugadas.