Parece que fue ayer, pero en la temporada 2019 Nuevo León organizó dos ITF. El primero lo perdió Mario Durón en la final ante el Benjamin, Kittay [2] y en el segundo Alejandra Cruz fue finalista.
En las temporadas 2020 y 2021 Nuevo León desapareció del mapa hasta que un padre de tenistas levantó la voz buscando la reactivación del tenis en ese importante estado al darse cuenta de que se le dio más importancia a lo político que a lo tenístico.
De tal forma que fueron padres de tenistas activos los que se pusieron de acuerdo con la FMT para que Monterrey tuviera una sede y hoy en el Centro Tenistico que llegó a ser parte de los activos de la asociación local es sede de una justa internacional que además de generar movimiento tenístico de corte internacional ha beneficiado a mucha gente por la derrama económica.
Pero quienes son los beneficiados: taxistas, vendedores de ropa y calzado, hoteleros, restauranteros, líneas aéreas, encordadores, entrenadores, quienes obtienen ingresos en una época en la que el dinero está escaso por la pandemia.
Deseamos que esta lección dada por generadores de tenis haga reflexión en aquellos que han visto en el deporte blanco una plataforma económica y de control para proyectos que no necesariamente representan al tenista, sino al ego de personas que se colaron al medio con profesiones diversas para ejercer una supuesta función tenística.
