El serbio Miomir Kecmanovic [9] se proclamó campeón del Orange Bowl al doblegar al griego Stefanos Tsitsipas [3] por 6-3, 2-6, 7-6 (5).
El cierre fue emocionante, pero lo más importante es que el serbio finalmente pudo en el momento justo sacar su mejor tenis y así demostrar que es una promesa del tenis mundial como lo dijo el colombiano Jairo Aldana.