Hay estilo para la ejecución de los grandes programas. Para unos pueden ser buenos. Para otros pueden ser malos, todo depende del enfoque que se le dé.
El yucateco Nicolás Madahuar utiliza todos los contactos y herramientas terrenales para darle fortaleza al Centro Bic y a su vez apoya a jugadores.
La labor de Madahuar fue crear una gran estructura y conseguir los apoyos para su buen funcionamiento, el resto depende de los jugadores, entrenadores técnicos y físicos.
Madahuar le dio vida al Centro Bic con la clara idea de ayudar al jugador mexicano, “y eso es lo que tratamos de hacer todos los días, ya sea con entrenamientos, viáticos, torneos o cualquier recurso que tengamos a mano y que les sirva para crecer”.
Consciente de lo complicado que es sobresalir en el tenis mundial por la competencia brutal que impera ha reconocido que el camino no es fácil de transitar, “pero lo importante es vivir el sueño, el objetivo es recorrer el camino, intentarlo. Tal vez, y si Dios nos da vida dentro de algunos años voltearemos atrás y veremos esta época como una en la que pusimos las bases de nuestra mejora”.
Realmente son pocos los que adquieren una responsabilidad como la que adquirió Nicolás. Lo fácil en México es organizar torneos, pero sacar adelante un tenista es un dolor de muelas para los padres y la familia porque los gastos son enormes.
Nicolás no solo ayuda a sus hijos, sino que se echó el compromiso de impulsar a varios y fuera de pasiones e intereses es muy bonita su labor y merece respeto.