Qué alegría le dio a su padre Cesar Ramírez al conquistar el Futue México XV, porque en lo que va del año, en la versión varonil del circuito profesional ningún mexicano ha podido coronarse y eso duele de verdad a todos los amantes del tenis mexicano.
Cesar, en el 2008 fue la gran promesa del tenis mexicano. Fue semifinalista de los torneos juveniles de Australia y Roland Garros, lo cual no ha podido igualar en los últimos cinco años otro juvenil.
En el medios e comenta que Cesar volverá a ser uno de México y que retornará al equipo Copa Davis, pero requiere de puntos y para ello tiene que ganar más torneos y que mejor oportunidad que los torneos que organiza Sergio Campos y Nicolás Madahuar en Cancún y Mérida.
Es muy importante que se conozca el esfuerzo que ha hecho el jarocho para abrirse camino al haberse tenido que inscribir en la previa porque al haber perdido sus puntos por lesiones no tenía derecho.
Lo bueno y excitante para él fue haber superado los retos y sobre todo haberle ganado muy fácil al colombiano Michael Quintero, quien goza de mucha experiencia y tablas en el tour porque lleva años compitiendo con altas y bajas.
Para que todo le camine bien al gran César, ya debe de irse a que le den una limpia. En Cancun hay varios videntes que se dedican a esa profesión con un toque Maya.
FUTBOL
Miguel Herrera, tiene el chance de llenarse de gloria ante Nueva Zelanda, un país que exporta jugadores, sin una liga profesional que los soporte.
El TRI debe ganar, porque se le puede caer un buen negocio a Emilio Azcarraga Jean. Son muchos millones de dólares los que están metidos.