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STADE PIERRE-MAUROY, LILLE: Marin Cilic se convirtió en el héroe de la Final de la Copa Davis por BNP Paribas 2018 al ganar a Lucas Pouille en tres set consecutivos, 76(3) 63 63, y brindarle a Croacia su segunda Copa Davis de la historia.
El líder croata, Cilic, aseguró después del partido: «Este equipo lo ha hecho muy bien durante varios años. Hemos jugado muy bien esta temporada y Borna lo hizo genial contra EE.UU. Ha sido un esfuerzo común».
Es un momento histórico para la nación que ganó su primera Ensaladera de Plata en Bratislava en 2005 contra Eslovaquia. Después de quedar subcampeones en 2016 en Zagreb contra Argentina, Croacia se convierte en una de las diez naciones que ha conseguido el título más de una vez en los 118 años de historia del torneo.
“Es un sueño hecho realidad. En Croacia somos muy apasionados y va a ser increíble también allí”, dijo el ganador del US Open 2014 con una gran sonrisa.
Francia, vigente campeón de su décima Copa Davis, le entrega el trofeo a Croacia en el Stade Pierre-Mauroy en Lille, el mismo templo en el que se proclamó campeón el año pasado.
Un pulso entre caballeros
Después de las derrotas de Jeremy Chardy y Jo-Wilfried Tsonga a manos de Borna Coric y Marin Cilic y de la bocanada de vida que los doblistas Nicolas Mahut y Pierre-Hugues Herbert le dieron al equipo ganando a Mate Pavic e Ivan Dodig por 64 64 36 76(3), Francia se enfrentó hoy a un enorme Everest.
El capitán Zeljko Krajan no dudó un instante de que era Cilic, el jugador con mayor número de series jugadas y triunfos de Croacia, quien estaba destinado a disputar el cuarto. El capitán Yannick Noah llamó a filas a Lucas Pouille, el hombre que devolvió el título a Francia en 2017 después de 16 años.
«Este es uno de los mejores equipos que hemos tenido. Después de 7 años como capitán es un orgullo tener un “dream team”, dijo Krajan en la conferencia de prensa post partido.
El ganador de Montpellier 2018, que sustituyó a Jeremy Chardy, ha tenido un ascenso meteórico en Copa Davis y aunque había perdido contra Cillic en semifinales de Copa Davis 2016, su temperamento valiente era el adecuado para un choque de tanto peso.
Cilic y su derecha de hierro
El primer set fue un pulso igualado que dio paso al tie-break que ganó Cilic con un saque de hierro que le ayudó durante el resto del partido. “Lucas jugó un gran partido. El tie-break lo decidió prácticamente un punto y estoy extremadamente orgulloso de haber ganado”, reconoció Cilic.
El 32 del mundo regresó al partido para darle la vuelta pero frente a él ya tenía a Cilic dispuesto a dejarlo todo en la cancha. El quiebre del segundo set llegó en el sexto juego y en los tres restantes el nacido en Bosnia-Herzegovina tomó autoría hasta hacerse con el 63.
A pesar de algunos magníficos saques de Pouille, el segundo servicio fue una de sus debilidades, momentos que aprovechó el croata para restar y sacudir con una forehand de hierro.
El tenista de 30 años regresó al partido con buenas sensaciones. Atrás quedaba el fantasma de Zagreb en el que Juan Martín del Potro remontaba el cuarto partido después de perder los primeros dos sets y dejaba la serie en manos de Federico Delbonis que consiguió el punto de la victoria para Argentina.
Hoy, la gran mayoría de los más de 24.000 espectadores que llenaban el Stade Pierre-Mauroy esperaban una gesta similar pero ni los estilosos slices con las que Pouille deleitó a su público ni sus magníficos Aces, pudieron salvarle de la derrota.
En el tercer set Cilic puso distancia a partir del quinto punto. Nunca se hundió Pouille pero para entonces el croata se sabía ganador y, como un super héroe, imparable. El 63 definitivo llegó a las dos horas y 19 minutos de partido y con él, la celebración croata.
Como cada año, la final de Copa Davis cierra con sonrisas y lágrimas, fraternidad y un poso de melancolía al ver caer el telón.
