El tenis nace en los clubes y en las canchas particulares y publicas que existen en diferentes partes de la república mexicana.
Los jugadores que juegan bien son invitados por los profesores de los clubes para que intervengan en los torneos internos.
Los pequeños que tienen cualidades son motivados a hacer lo mismo, pero algunos se inscriben en los torneos que organiza una asociación. Hay unos que se llaman de iniciación y que funcionan desde hace años.
Quienes tienen cualidades que los distinguen en su entorno comienzan a intervenir en torneos infantiles y juveniles: estatales, luego en los regionales y campeonatos nacionales.
Las competencias internacionales a nivel juvenil nacieron en el Deportivo Chapultepec, posteriormente surgieron en el Club Casablanca y paulatinamente se fueron multiplicando con sedes en Yucatán, Jalisco, Tamaulipas, Monterrey y Querétaro.
A través de la competencia los tenistas mexicanos se van formando y en ese trayecto los mejores son el centro de atracción para academias, entrenadores que gustan de la competencia y son requeridos los que tienen mejores resultados para integrar equipos nacionales.
En el modelo que se ha venido utilizando por décadas así fue, así es y así será.
Para darles un ejemplo más claro y que no confunda a la opinión pública. Una jugadora como Victoria Rodríguez comenzó a competir en su natal Durango en la gestión de Pancho Maciel como presidente de la FMT. Al salir Maciel bajo el mismo mecanismo lo siguió haciendo en la gestión de don Gastón Villegas y seguirá compitiendo en los torneos que existen en el calendario profesional durante el mandato del próximo presidente.
En la formación de esta tenista, el primero que la detecto fue un argentino que laboró para la FMT que se llama Gustavo Granito en la era de Maciel. Siendo la cabeza Gastón Villegas la chamaca se enrola a lo que se dio a conocer como un Centro Regional de la FMT y así tuvo acceso a apoyos federales y privados.
Los torneos profesionales como el Abierto Mexicano de Tenis tiene como soporte a Alejandro Burillo y el resto de los torneos cuentan con personas que consiguen dinero para que se puedan llevar a cabo. Así es y nadie lo puede desmentir. En algunos se ha contado con dinero del Gobierno Federal.
En las televisoras internacionales siempre se comentaba el por qué un país como México con tanta historia y estructura no cuenta con jugadores de elite en singles. Ahora no se toca el tema con tanta agudeza, quizás porque hay complicidad de intereses en algunas voces.
Lo cierto es que México requiere de una reingeniería para que los tenistas de elite se puedan desarrollar mejor. Esto no significa una descalificación a lo que existe, pero es importante tener claro que siempre se puede mejorar.
Todos aquellos que se meten en el camino de los ganadores adquieren una gran responsabilidad porque tienen en sus manos parte del futuro de una persona que le apuesta al tenis. Tenistas como Raúl Ramírez navegaron por el río y encontraron su cauce, eso mismo sucedió con Luis Herrera, quien fue el último top 50 mexicano el 9 de noviembre de 1992. Ya pasaron 24 años
En los torneos de 10 años ya existe el chico que será campeón de México en 18 años y los que ingresarán en años venideros a los equipos nacionales. Y si hay un Garbanzo de a Libra con padres inteligentes en su desarrollo con una cartera llena de billetes es posible que destaque a nivel internacional.
El próximo presidente de la FMT no debiera condicionar a través del sistema viejo y obsoleto que existe los apoyos, pues el resultado de lo que se ha hecho está a la vista de todos y como se dijo en las cadenas televisivas internacionales alguna vez: un país como México debe contar con exponentes de élite por la gran infraestructura que posee y en eso estamos de acuerdo.
Y usted qué opina…