Por Carlos Medrano de la Torre.
Para Respuesta Deportiva.
Un heleno implacable sumó su tercer titulo consecutivo en el torneo 1000 de «Master Montecarlo Rolex», ante un publico expectante de presenciar un partido parejo por los antecedente que se presentaron en las semifinales del día anterior, por un lado el griego Stefanos Tsitsipas había derrotando a mi ídolo, el italiano y próximo No 1 mundial del circuito ATP Jannik Sinner, y por otro la inesperada victoria que obtuvo el noruego Casper Ruud sobre el máximo exponente mundial del circuito el serbio Novak Djokovic, pero no fue así, el heleno entró a la cancha hecho una fiera desde el duelo de la final que tuvo un resultado de 6/1 y 6/4, con una derecha demoledora y un revés sin falla, así como un servicio que rondaba los 213 Km/h despedazó a su oponente sin misericordia.
Mientras Casper Ruud para sus golpes en esta ocasión, en diferencia contra Djokovic que eran profundos y muy pesado, en esta ocasión iban cortos y sin «Pace» algo que el griego aprovechó para subirse a la red constantemente ante la mirada complaciente del noruego, que veía como su juego era hecho «Papilla» ante la mirada atónita de los aficionados monegascos que esperaban una reacción del noruego, que se fue disipando poco a poco mientras la fiera griega apretaba el paso demoledor, que acabó por destruir a Ruud y sus intentos de recuperación.