Por Carlos Medrano de la Torre.
Para Respuesta Deportiva.
Me dolió hasta el «chicastrojes» la derrota de mi amigo argentino Francisco Cerundulo, hijo de mi gran amigo «Toto» Cerundulo en la cuarta ronda en Francia en el torneo «Roland Garros», y es que como dice el «Perro Bermúdez» «lo tuvo era suyo y lo dejó ir», se jugaba el cuarto set Francisco contra Novak Djokovic y estaba para romper al estar 0-30 y se le salió una derecha en la paralela por escaso margen que le hubiera dado un 0-40 y hubiera roto y se pondría con 6-5 con su saque y con la oportunidad de consumar la hazaña y niguas, terminó perdiendo por 6/1, 5/7, 6/3, 7/5 y 6/3 ni modo Francisco así es esto del abarrote.