GOLPE DE REVÉS
ALEJANDRO ÁLVAREZ ZENITH
PIE DE FOTO:JORGE LOZANO FUE PARTE DEL EQUIPO
Ahora que estamos recordando las grandes batallas de jugadores en Copa Davis y en breve Copa Federación nos han solicitado que revivamos la serie que sostuvo México contra Alemania en 1986 en el Club Alemán.
Alemania contaba con Boris Becker campeón de Wimbledon y México con Leo Lavalle monarca de la versión para menores de 18 años. Un poco de diferencia entre ambos jugadores, pero se tuvo que enfrentar el reto.
Cuando se dio a conocer el rival de México Luis Lavalle, presidente de la FMT visitó el Club Alemán y visualizó un gran estadio tubular descartando en automático al Palacio de los Deportes y al Deportivo Chapultepec como sede.
Luego de la época de Raúl Ramírez, quien dejó una gran afición por el tenis surgieron otros tenistas siendo en ese momento el campeón mexicano Francisco Maciel, quien tuvo de compñeros a Leo Lavalle y Fernando Pérez Pascal un gran tenista mexicano del que al paso del tiempo se ha hablado muy poco, por cierto formado en el Junior Club del DF.
La llegada de Becker causó gran expectación porque jovencito ganó el torneo más importante del mundo con un saque potente y mortal juego de red. Por ese simple hecho las posibilidades de México eran mínimas, pero al calor de lo que se vivió no falto quien dijo: no hay enemigo pequeño.
El capitán Ramírez tuvo su equipo de trabajo y fiel a su costumbre laboró con orden y disciplina viéndose en la necesidad de convivir con Leo, quien fue el hijo del presidente de la FMT, entonces ya se imaginarán lo complicado del tema.
Recuerdo que el director de Adidas fue al Alemán para negociar con los jugadores en especial con Pancho Maciel, quien estaba cerca de llegar al casillero 35 del mundo, pero faltaban unos meses, aún así fue el uno de México.
Pancho responde venciendo con autoridad a Michael Westphal en paz descanse por 7-5, 6-2, 6-0. Becker solo requirió tres sets para definir su estatus de campeón del grande de Wimbledon con el similar juvenil de 1985. Los parciales fueron 6-3, 6-2, 6-4 y los aficionados aceptaron esa superioridad.
Los ánimos estaban calientes y eso lo reflejó Gunther Bosch entrenador de Becker. Llega la hora del dobles y los germanos se la juegan con Becker y Andreas Maurer, mientras que Ramírez pone a Pérez Pascal y Lavalle.
Contra todos los pronósticos los mexicanos ganan la colosal batalla por 3-6, 6-1, 7-5, 3-6 y 6-4. Al final Maurer se cayó y Becker fue muy crítico en sus comentarios.
El cuarto punto Becker lo disputó con saña y le ganó a Maciel al son de 6-3, 6-1, 6-1, entonces Lavalle tenía la responsabilidad de cerrar un quinto punto a tres de cinco sets.
El nervio en la afición prevaleció desde el inicio porque el alemán Michael Westphal se llevó el primer parcial 10-8 aguantando la presión. Becker estaba como niño grite y grite cuando su paisano cerró el segundo al son de 6-3. Todo parecía perdido.
Ramírez inspiró el espíritu de lucha en Lavalle, quien puso de pie a miles de aficionados al igualar el match con un doble 6-4. En el definitivo arrullando la pelota y con un buen manejo de la arcilla selló el 6-3 y la histórica victoria de México.
El coach de Becker no supo perder y le falto al respeto al timonel mexicano llamándolo cerdo. Raúl manejó bien el momento y el festejo fue enorme el 10 de marzo de 1996.
