Discurso de Alfredo Castillo Cervantes, titular de la CONADE, durante el abanderamiento de la delegación mexicana que participará en los Juegos Parapanamericanos Toronto 2015.

 

A nuestros distinguidos miembros del presídium, a todos los atletas que están aquí con nosotros, a los medios de comunicación, a todos los integrantes de la familia CONADE, señoras y señores muchas gracias.

 

México es el país con más medallas en los Juegos Parapanamericanos contando con 644 medallas, 260 de oro, 222 de plata y 163 de bronce. Brasil ocupa el segundo lugar y Argentina el tercero.

 

En 1999 se realizaron los primeros Juegos Parapanamericanos, precisamente aquí en la Ciudad de México. Participaron mil atletas de 18 países en 4 deportes, en aquel  entonces. En la edición de 2011 ya participaron mil 500 atletas provenientes de 26 países, compitiendo ya en 13 disciplinas.

 

En el 2011 México obtuvo el tercer lugar en el medallero, con 50 oros, 60 platas y 55 bronces, dando un total de 165 medallas. Hace cuatro años el primer sitio fue para Brasil, el segundo para Estados Unidos. En 2011 superamos a Cuba, y Colombia, hoy referente en varias disciplinas, fue sexto y Canadá octavo lugar.

 

Cito esta numeraria y estos datos porque muchos hemos querido, o muchos han querido más bien, reducir el deporte olímpico, panamericano y centroamericano, al color de una medalla, llámese oro, plata o bronce.

 

Hoy discutimos si la actuación de México es superior a la de Mar del Plata, y algunos dicen que no porque tenemos 22 oros por 23 que se lograron en aquel entonces. Pero en 1995 había 68 pruebas más de las que existen actualmente, había 434 por las 364 o 366 que hubo en estos Juegos.

 

Esto es que el máximo histórico que han prácticamente todos los países fue en Mar del Plata. Estados Unidos en aquel entonces tuvo 170 oros y en estos Juegos tuvo 103. Cuba en el 95 tuvo 112 metales dorados, en estos Juegos tuvo 35. Argentina 40 y ahora 25.

 

Sólo dos países en los últimos veinte años podríamos decir que independientemente de esto tuvieron  un crecimiento exponencial. Brasil que tuvo 18 oros en aquel entonces y ahora 40, y Colombia que en aquellos Juegos tuvo 5 y que ahora tuvo 27 oros.

 

Pero para mí en lo personal después de haber estado presente desde el primer día hasta el último, después de haber visto la mayoría de las competencias y sobre todo después de haber visto el gran esfuerzo de los atletas, en muchas ocasiones peleando hasta el final por obtener en ocasiones un bronce, o un quinto o sexto lugar que mejoraba su marca personal, a veces más allá de los metales es impresionante la enorme satisfacción y el orgullo que te puede dar cuando ves un atleta llevando su cuerpo al límite máximo de sus capacidades. Muchas veces no es para esta numeraria si no es para  probarse así mismo que efectivamente no existen límites.

 

Hoy por hoy queremos medir absolutamente todo y el deporte te permite prácticamente medir ya sea a través de distancias, de tiempos, ya sea a través de récords y compararlos con otros seres humanos para ver quién es más rápidos, más fuerte, más veloz.

 

Pero lo más importante de todo esto es que cada uno de ustedes que tiene el orgullo, el honor de portar el uniforme de México, de que digan y estén esas seis letras que representan a nuestra nación y que en ese sentido  el deporte representa y engloba un nacionalismo positivo en su máxima expresión es para mí el más alto honor al que puede aspirar un deportista.

 

Algunos en nuestra infancia pudimos practicar algunos deportes e íbamos a un club a veces llegábamos a nacionales, estatales, regionales o seccionales. Pero siempre mirar lo que era el alto rendimiento era una distancia que se veía solo para los temas de televisión.

 

Aquellos grandes atletas que pusieron en alto el nombre de México los veíamos como referentes lejanos, como estrellas inalcanzables. Hoy esas estrellas son ustedes y guían el camino de los nuevos deportistas, que muchas veces se cuestionan después de cada entrenamiento y el esfuerzo que representa si deben de seguir este camino.

 

Yo les voy a decir algo, nada enaltece más al ser humano, nada que cuando uno lo lleva al límite máximo de sus capacidades. Hay gente que las lleva en su trabajo diario, en el día a día, en su profesión. Hay gente que ha dado su vida por México, en cuestiones de seguridad, de justicia.

 

En esta ocasión cuando hablamos del tema del deporte les puedo decir que cuando ustedes compitan hayan cinco mexicanos o 10 mil en una tribuna, hay millones que por ese instante, por esa prueba, quisieran estar en su lugar, sea con capacidades extraordinarias o no, quisieran estar  en su lugar, estar en esa piscina, en esa pista, estar en ese centro deportivo y estar escuchando su Himno Nacional.

 

El último de los Juegos Panamericanos, estando en Toronto, me tocó ver como México obtuvo el oro por encima de Estados Unidos en equipos de raquetbol, y yo desconocía que el entrenador que estaba ahí al lado de mí, me decía que lo más grandioso que había hecho en toda su vida profesional era estar viendo en ese instante a su hijo en primer lugar, obligando a que se entonará el Himno Nacional y que se ondeará la bandera.

 

Esa satisfacción para  todos los que somos padres, y nos gusta y nos apasiona el deporte, aspiramos un día a poder verlos. Y muchos de nosotros estaríamos dispuestos a sacrificar todos nuestros fines de semana o días entre semana para ver un día a uno de nuestros hijos hacer que se entone el Himno Nacional y que se ondee la bandera.

 

Por eso yo les quiero decir a todos ustedes que por el simple hecho de representar a México y estar vestidos con los colores de nuestra bandera, e ir a otro país a representarnos ya son ganadores.

 

Pero el siguiente paso no es para cubrir las expectativas ni del director de la CONADE ni de ninguna otra persona, sino para que ustedes se prueben así mismos hasta donde pueden llevar su voluntad, su corazón, su pasión y su esfuerzo.

 

Les digo a todos ustedes que tuve la oportunidad de platicar con Presidente de la República  y con el Secretario de Educación, y a su regreso victorioso ellos los van a recibir como se merecen y como lo que son unos grandes campeones que habrán puesto muy en alto el nombre de México. Muchas felicidades.