Ana Sánchez, dejó de ser la uno de México, pero es una jugadora que está acostumbrada a dar la pelea y es cuestión de tiempo para que haga los ajustes en el servicio, sobre todo en el lanzamiento de la pelota.
A Melissa Torres le pasaba lo mismo en el lanzamiento. Una plática entre ambas jugadoras sería muy positiva, sobre todo porque en la apertura de un punto el saque y la devolución son vitales.
El coach de Ana Billie Zcesner sabe lo que hace y tiene la humildad para que un tercero que le pueda sumar intervenga.
El futuro de Ana es promisorio.