Alejandro Burillo, debe sentirse inquieto por lo que está sucediendo con el Atlante porque seguramente invirtió mucho dinero en la formación del equipo y de acuerdo a lo que se ve la formula no sirve o no funciona de momento.
Pero a finales de febrero, Burillo, estará concentrado en el Abierto Mexicano y desde las alturas de su palco será admirado porque este torneo funciona y bien, al grado de convocar a muchas personalidades de la iniciativa privada y la política, pues todo mundo quiere estar en Acaulco, no obstante que el nivel de las olas que sacuden las playas de México ya crecieron.