Mérida, Yuc., 21 de noviembre
No fue uno de sus mejores días, sobre todo con el servicio, pero sus inmensos deseos de triunfar llevaron al tijuanense Tigre Hank a un triunfo más sobre el puertorriqueño Alex Llompart, en uno de los partidos estelares de la tercera etapa del Circuito Peninsular Dixon Vinci de tenis, jugado hoy en la cancha central del Yucatán Country Club.
En tres días el mismo escenario fue sede de reediciones de las finales de las dos primeras etapas del Circuito: el martes, Ernesto Escobedo (subcampeón de la segunda fase, en el Centro BIC de Alto Rendimiento) se vengó de Nicolás Meister, y hoy Llompart no pudo cobrar desquite de su revés en el último partido de la primera semana (en el Club Campestre).
Alex pudo sacar hoy un mejor resultado, pero no supo aprovechar sus oportunidades y cayó en partido de casi 2:30’ de duración, con parciales de 6-4, 4-6 y 4-6. El boricua viajará hoy a Venezuela, para participar en otro torneo Futuro.
De manera simultánea, en otra cancha se efectuaba otro muy buen encuentro, en el que el salvadoreño Marcelo Arévalo (5) dejó ir una clara ventaja, pero recompuso el camino a tiempo y eliminó al segundo favorito, el colombiano Michael Quintero, 6-3, 3-6 y 7-5, en cotejo de casi tres horas.
En semifinales, el “Chelo” chocará con Hank, en otro encuentro que, se espera, saque chispas: “Será un partido muy difícil, Tigre está jugando su mejor tenis”.
En otro de los encuentros de singles de hoy, el mexicano Luis Patiño ofreció tenaz resistencia, pero no pudo evitar tropezar frente al canadiense Pavel Krainik, con parciales de 7-6 (6) y 7-5.
SEDIENTO DE TRIUNFO
Hank pasó muchos problemas debido a que no hallaba la forma de meter su servicio. Incluso cometió ocho dobles faltas, tres de ellas en un mismo “game” del tercer set, pero su coraje fue clave para que venza de nuevo a su gran amigo y compañero de cuarto en esta ciudad.
Llompart recurrió de nuevo a su fortaleza de brazos y piernas, pero le faltó tranquilidad en los momentos decisivos. En varias ocasiones pudo romper el servicio, pero dejó vivir a su rival y en el pecado llevó la penitencia.
“Fue otro muy buen partido, lamentablemente el triunfo fue para él”, comentó el jugador de Copa Davis de Puerto Rico, quien añadió que era momento de darle vuelta a la página para enfocarse en el torneo Futuro que se jugará en Valencia, Venezuela, a partir de este lunes, con premios por 15,000 dólares
Con el partido empatado a un set, mexicano y boricua se fueron parejos hasta el 4-4, pero Tigre pasaba serios problemas para conservar su servicio. Incluso, en el tercer “game”, el tijuanense se vio abajo 30-40 y empató. Alex se vio cuatro veces en ventaja y Hank, en cinco, hasta que retuvo.
Con el tercer set empatado a tres, Hank comete tres dobles faltas, pero conserva su saque. Ya con ventaja de 5-4 y Llompart al servicio, el de Tijuana obliga a su rival a una devolución muy larga para ganar con el primer “matchpoint”.
“Fue un partido muy difícil, cualquiera lo pudo ganar. Él dejó ir como 20 “breakpoints”,lo que me benefició”, expresó un extenuado Tigre Hank. “Para vencer tuve que jugar a todo lo que pude”.
En cuanto al choque Quintero-Arévalo, el jugador de Copa Davis de El Salvador pudo resolverlo mucho antes, ya que tomó amplia ventaja de 5-2 en el tercer set, pero se descuidó y el segundo sembrado emparejó a cinco.
“Dejé ir el momento, me sentía algo tenso. Ha sido un año de muchos partidos y no me sentido cómodo las dos últimas semanas. Me vi con ventaja de 5-2 y dos ‘matchpoints’ y, de pronto, ya estábamos 5-5. No es fácil conservar la cabeza fría después de una situación así. Estaba a un punto de ganar y de repente era el otro el que podía vencer”, manifestó el salvadoreño, quien agradeció el apoyo de su couch, el francés Jean-Luc Fontanot. “Me ayudó a mantener la calma”.