Por Alejandro Álvarez Zenith
Luego de una contundente derrota de Estados Unidos como local sobre México de 5-0, un 11 de febrero de 1996, hubo la necesidad de defender la permanencia de México en el Grupo Mundial y el enemigo a vencer fue Argentina siendo la sede el Club Alemán de la Ciudad de México.
La serie de programo a cinco puntos del 20 al 22 de septiembre de 1996 sobre una cancha dura. En ese momento nadie se imaginaba que concluiría el ciclo del Club Alemán como sede de Copa Davis, en una época, en la que, se dieron diferencias de índole político muy similares a las que se vive actualmente (16 de abril 2020).
El capitán Raúl Ramírez no dudo en alinear a Alejandro Hernández Juliá ya como primero de México, quien logró vencer con autoridad a Gastón Etlis por 7-6 (5), 6-2, 6-4, llevándose las palmas de un público que ya tenía mucho oficio para apoyar a un equipo de garra.
La escuadra nacional tuvo como hombre de experiencia a Leonardo Lavalle, quien en el primer tanto de la serie fue superado por Hernán Gumy, un tenista que desde juvenil se hizo notar en la gira Cosat al ser protagonista de finales.
Gumy se llevó los dos primeros sets por 7-6, 6-4. Lavalle reacciona igualando la batalla con un 6-4 y un 7-5 que generó mucho ambiente en las tribunas. Pero la formula implacable del tenis le fue desafortunada e n el quinto set al ceder el servicio y ratificación del mismo por el rival.
De tal forma que Gumy impuso score de 7-6, 6-4, 4-6, 5-7 y 7-5. Y todo indicó que el punto de dobles podrá ser definitivo.
El jugador de tenis elegante y fino, Oscar Ortiz, quien tuvo de manager a Ataulfo Fernández fue el compañero de Alejandro Hernández y no solamente no se achico, sino que tuvo un desarrollo excepcional para que se lograra un valioso triunfos sobre Luis Lobo y Pablo Albano, mismo que enfrentó a aficionados presa de la impotencia.
Resulta que Albano y Lobo excelente jugadores tomaron ventaja de dos sets a uno y siendo más experimentados que los homólogos mexicanos debieron haber cerrado favorablemente en cuatro.
Los nacionales igualaron a dos sets y en el quinto con un público irreverente logran imponer un 6-4 que cambió la ruta de serie y México solo requería un punto para festejar la supervivencia en el grupo mundial.
Mucho se esperaba de Gumy, pero Hernández inspirado concretó un 6-4, 7-5, 6-1 y en consecuencia fue el héroe de una serie, en la que, Argentina para muchos debió ganar.
La gente pidió que entrara a la cancha Ortiz y Lavalle no acepto. El padre de Gastón Etlis le reclamó airadamente a Leo cuando abandono el match con marcador de 3-6, 6-3. Y todo terminó.
El festejo de dio en grande y así se cerró el telón en el Club Alemán.
