Ayer 19 de febrero, en una agradable velada, la máxima figura del tenis femenil mexicano, Yolanda Ramírez, presentó su biografía que lleva como título “Yola Ramírez, Historia de una Leyenda”, ante una decena de luminarias del tenis mexicano y más de 40 invitados especiales.
Yolanda Ramírez Del Monte Carmelo Ramírez Partida, conocida cariñosamente en el ámbito deportivo sencillamente como Yola Ramírez, llegó a escalar la cúspide de su deporte.
Y justamente ayer, merced a su don de gentes, fue aclamada por sus invitados que se dieron cita en las instalaciones de la firma Crédito Real, patrocinador de la obra literaria.
Grandes personajes del tenis mexicano acudieron a la presentación del libro, entre los que se encontraron a Rosa María “Pajarita” Reyes y su esposo Pierre Darmon, Pancho Contreras, Vicente Zarazúa, Esteban Reyes Jr., Alejandra Vallejo, Raúl Contreras, Javier “Gato” Ordaz, Jorge Mendoza, Armando Baraldi y Poncho Ochoa.
También la acompañaron representantes de clubes donde hizo su vida tenística, como el Centro Deportivo Chapultepec, Organización Britania, así como de ejecutivos de Crédito Real, empresa patrocinadora del libro, y de Asociación de Tenis de la CDMX.
Muchas fueron las hazañas y triunfos que Yola escribió con letras de oro a lo largo de su carrera tenística, y que le dieron el título de embajadora del tenis mexicano, estandarte del deporte blanco, Jugadora del Milenio y emblema de nuestro deporte.
Yola, originaria de Teziutlán, Puebla, es la mejor tenista que ha tenido México. Tuvo grandes momentos a nivel mundial pues llegó a ser número 6 de la ITF y 4 de la WTA.
En 1957, tuvo su primer acercamiento a un campeonato de Grand Slam en la arcilla del Roland Garros, pues Ramírez en compañía de Rosa María Reyes quedaron 5-7, 6-4 y 5-7 contra la británica Shirley Bloomer y la estadounidense Darlene Hard.
Para 1958, la historia favoreció a las mexicanas Ramírez y Reyes. La arcilla del Roland Garros y el público atestiguaron la hazaña cuando vencieron 6-4 y 7-5 a las australianas Mary Brevis Hawton y Thelma Coyne Long, quien se había consagrado en el Abierto de Australia en 1952 y 1954, en singles.
En 1959, nuevamente junto a Reyes, su fiel compañera de dobles, lograron entrar por tercera vez consecutiva a la final del Abierto francés. En esta ocasión se quedaron cortas con marcador que finalizó 2-6, 6-0 y 6-1 ante las sudafricanas Sandra Reynolds y Renee Schuurman.
Ese mismo año también fue campeona en dobles mixtos junto al británico Billy Knight, al superar 6-4 y 6-4 a la sudafricana Renee Schuurman y al mítico tenista australiano Rod Laver.
Para 1960, Yolanda alcanzó la final del torneo parisino, pero cayó 3-6 y 4-6 ante la estadounidense Darlene Hard. En 1961, repitió el subcampeonato ahora ante al británica Ann Heydon Jones, quien le ganó a la mexicana con parciales 6-2 y 6-1.
En 1961, en Flushing Meadows, Nueva York, disputó el Abierto de Estados Unidos y logró llegar a la final con su compañera alemana Edda Buding. El primer set lo perdieron 4-6. Para el segundo la mexicana y la teutona se emparejaron y el término del parcial fue 7-5; sin embargo, para el último Darlene Hard y Lesley Turner superaron 6-0 a Ramírez y Budding y se quedaron con el Abierto de Estados Unidos.
En Wimbledon llegó a semifinales de 1957 a 1959, lo que le valió su pase al “Last Eight Club”, el Salón de la Fama del torneo británico.
Aparte de sus dos campeonatos en Roland Garros, Yolanda Ramírez obtuvo 29 títulos individuales y 3 títulos en dobles a lo largo de su carrera en el tenis.
Asimismo, sumó 8 medallas de panamericanos: cuatro de oro, tres de plata y una de bronce.
A sus 20 años formó parte de la delegación mexicana en los Juegos Panamericanos celebrados en México, en 1955. La participación de la tenista poblana fue en dobles mixtos junto a su compatriota Gustavo Palafox donde consiguieron el oro.
En esa misma edición consiguió también una presea de plata. Perdió la final de singles femeninos contra su eterna pareja en la cancha: Rosa María Reyes.
En Chicago 1959, junto a Rosa María, obtuvo oro en dobles femenil. Así como su segundo oro al lado de Gustavo Palafox en Panamericanos consecutivos y una presea de plata en singles femeninos.
Para Sao Paulo 1963, consiguió sus últimas tres medallas en la competencia del continente: el oro en dobles mixtos de la mano del mexicano Francisco “Pancho” Contreras; plata en singles contra la anfitriona María Esther Bueno y un bronce junto a su connacional Elena Subirats.
La obra literaria fue escrita por maestro Enrique Delfín, y por su buena producción te atrapa y se lee con deleite.
Roberto Téllez, Jefe de Prensa de la FMT comentó que “Es un libro que todo tenista debe tener como favorito. En sus páginas se conocerán pasaje de la vida de Yola con raquetas de la talla de Rod Laver, Manolo Santana, Billie Jean King, María Esther Bueno, Edda Buding, Thelma Coyne Long, Billie Knigth, Gigi Fernández, Rosa María Reyes, Mela Ramírez, Pancho Contreras, Gustavo Palafox, Mario Llamas, Chente Zarazúa…”.