La eliminación de los tenistas mexicanos en las primeras rondas de la cuarta edición del Abierto Juvenil Mexicano ha provocado comentarios de aficionados quienes coinciden en una pregunta:

¿Qué está pasando con el tenis mexicano?

En la versión femenil ninguna jugadora de origen nacional logró aprovechar su condición de local y tampoco influyó a su favor la altura que impera en el Valle de México, la cual para tenistas extranjeras que están acostumbradas a jugar a nivel de mar, es letal.

En lo que toca a los varones, si bien es cierto que Alejandro Hernández y Luis Morfín obtuvieron buenos comentarios de la crítica  especializada, lo cierto fue que han sido relegados de la ronda de octavos de final del quinto torneo más importante del mundo y a su vez de la posibilidad de aprovechar jugar en casa para mejorar su clasificación a través de los puntos ITF que están en juego.

El primero en levantar la mano para opinar es el Sr. Sergio Pérez Cantú, “El Pato” y textualmente dice lo siguiente:

“Cuando  teníamos 18 años acudíamos al Deportivo Chapultepec, para ver en acción a grandes figuras como Javier Ordaz, Mario Llamas, Carlos López, etc. y en aquel entonces el Deportivo era muy conocido por el buen desempeño de esos jugadores.

El momento de gloria pasó, y ahora nos hemos percatado que los actuales jugadores mexicanos son muy buenos de juveniles, pero al crecer y pasar a profesionales, pasa algo que, el tenista mexicano no explota”.

El Señor Antelmo Abundez Espinosa, quien perteneció al Club Futurama, recordó que los últimos jugadores nacionales que conquistaron el Grado A en México fueron; Eduardo Peralta en 2007 y en 2008 César Ramírez, cuando la justa se celebraba en Casablanca.

El señor Abundez puntualizó que se cuestiona mucho a los entrenadores y a los jugadores pero se hizo la siguiente pregunta: “¿qué se está haciendo para mejorar la preparación de todos lo que están involucrados con esto?”.

Daniel Damián Hernández de 23 años, que decidió dedicarse al alto rendimiento, reaccionó argumentado que: “en los tenistas mexicanos hace falta más hambre de triunfo en comparación con la que tienen los jugadores sudamericanos. Me parece que vivimos  en una zona de confort y eso ha provocado que estemos estancados desde hace muchos años, sin embargo hay buena infraestructura y no la hemos aprovechado. Hay apoyo de las asociaciones pero el jugador mexicano no termina por dar ese salto de calidad y muchas veces opta por irse a la Universidad cuando tiene condiciones para ser profesional”.

Por su parte, el jugador José Pablo Andrés, ganador del primer wild card, que se dio en San Luis Potosí dio su opinión con la sinceridad de un joven de 17 años:

“Yo creo también que los jugadores extranjeros desde chicos crecen con una manera diferente de ver el deporte, desde pequeños saben lo que cuesta entrenar. El mexicano no está acostumbrado a entrenar como lo hacen los deportistas de otras latitudes, como Argentina, que son más sacrificados. Tenemos entrenadores y bases suficientes, pero no las hemos aprovechado al máximo y eso está dentro de cada uno. Para mí, cuando la gente se pregunta por qué los mexicanos no avanzamos, de alguna manera nos etiquetan y eso nos limita y no podemos avanzar”.

La conclusión de este intercambio de opiniones queda en manos de un tenista sobresaliente del Distrito Federal el señor Carlos Schlettwein: “Siento que el tenis actual, igual que todos los deportes, ha sufrido una transformación, pues todos tienen que ser de Alto Rendimiento, antes podíamos ser amateurs, hoy en día desde chicos tienen que ser alto rendimiento. Eso significa que deben tener mucha más actividad internacional, ir al gimnasio, tener una  nueva actitud mental.

Antes se podía improvisar y ser un buen atleta. Hoy en día la competitividad en todos los  países es de un nivel mucho más exigente y esto es lo que nos falta aquí. Si alguien quiere sobresalir en el tenis tiene que meterse al gimnasio y aprovechar y conocer las nuevas tecnologías en las raquetas y cuerdas.

Pienso que la Federación ha descuidado ese giro para buscar patrocinios de empresas que nos traigan todo eso, para dar seminarios y cursos. Creo que hace falta que la Federación sea más ambiciosa e intensiva.