isas, lágrimas, gritos, abrazos, porras y notas del mariachi, fue lo que se vio este lunes en el aeropuerto de la ciudad de Guadalajara, Jalisco cuando arribó Germán Sánchez «el Duva», medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, quien fue recibido como héroe.
Todo inició en el CODE Jalisco donde se organizó como sería la bienvenida al tapatío que ganó la medalla de plata en clavados de 10 metros individual, se llenaron dos camiones «Turibus» de familiares, amigos, Medios de Comunicación, y no podían faltar los niños de la escuela de clavados que ven en Germán un ejemplo a seguir, practicando durante el trayecto, las porras que le dirían a su llegada.
Ya en el aeropuerto todo estaba preparado y cuál fue la sorpresa del Duva al ver a tanta gente con globos plateados que lo aclamó como héroe y gritándole ¡¡¡»Sí se pudo!!!!!» Al tiempo que se llevaba las manos a la cara sin poder ocultar las lágrimas de emoción.
Luego fue levantado en hombros aprovechando el momento para besar y lucir su medalla histórica mientras expresaba que ese era el mejor momento su vida.
Después se subió al Turibus junto con toda la comitiva, durante todo el recorrido se tomó fotos con todos, y al llegar a la Glorieta de la Minerva, los camiones dieron tres vueltas en el lugar emblemático de La Perla Tapatía, siempre escoltados por dos agentes de Vialidad que resguardaron la seguridad durante el trayecto que lo llevaría hasta la casa que lo vio nacer. El CODE, donde ya lo esperaban decenas de personas para continuar con la fiesta.
Y en verdad que fue una gran fiesta porque ya lo estaban esperando los cocineros y personal que ahí labora para recibirlo como se merece, y un gran detalle que tuvo con todos fue cuando se acercó para abrazarlos y agradecerles todo el apoyo que ha recibido desde que llegó a entrenar cuando era todavía un niño, diciéndoles que esa medalla también era de ellos.
«Aquí crecí, aquí tuve mi primer novia, es mi casa, por eso esta medalla también es de todos los de aquí del CODE». Y al preguntarle si se imaginaba que tendría ese recibimiento contestó:
“Yo me imaginaba algo, pero nunca pensé tener este recibimiento, no me acuerdo a quien le dije: imagínate que vayan por mí en una camioneta y me lleven a recorrer todo Chapala, estoy cumpliendo mi sueño y compartiendo este momento con quien tenía que compartirlo, con quienes han estado conmigo en las buenas y en las malas».
Y con la humildad que siempre lo ha caracterizado dijo que no ha perdido el piso porque para él es un estilo de vida.
«Este metal no significa nada, te puede abrir puertas en algunas ocasiones pero nadie te asegura que el día de mañana será igual, hay que seguir trabajando».
Germán es un hijo agradecido y nos dijo que cuando iba a competir le llamó su papá para contarle la historia de un niño que le decía a su papá que quería aventarse clavados, él no sabía que había Juegos Olímpicos ni campeonatos mundiales, simplemente quería hacerlo, y se apropió de esa historia con el resultado ya conocido.
«Yo también le decía a mi papá que quería aventarme clavados, yo disfrutaba saltar, y eso fue lo que hice en esos días de competencia, aunque fueron días difíciles porque mucha gente no sabe lo que tuve que batallar para estar ahí, yo di mi máximo, todos tenemos talentos y hay que saber aprovecharlos, no porque me subí al podio soy diferente»
También reconoció a su amigo y compañero Ivan «Pollo» Garcia, quien era uno de los favoritos para ganar.
«Ivan es el mejor, lo ha demostrado en todas las competencias, simplemente no se le dieron las cosas ese día, yo sabía que si quería estar en los primeros sitios tenía que ganarle, él siempre me jalaba para ganar la competencia, él me enseño ese último clavado que me aventé, él me dio tips para hacerlo, no fue un día antes de la competencia, sino son muchos días de trabajo»
La emoción regreso al final de la entrevista al recordar a su entrenador Iván Bautista quien le dijo en la última competencia que se soltara, que disfrutara, que hiciera lo que sabía hacer, y cuando salió le dio un abrazo diciéndole: «Te lo mereces, has trabajado mucho»!
«Yo siempre me puse en manos de Dios, El me regaló un talento, en mis oraciones yo le decía: «Señor, tú te haces grande en mis debilidades». Al tiempo que ya no pudo contener las lágrimas al recordar todo lo vivido en la Justa deportiva.
Por la noche se le ofreció un espectáculo de lucha libre, deporte al que es un gran aficionado.
