Por Alejandro Álvarez Zenith
Cuando José Antonio Flores Fernández hizo el convenio con Cancun Tennis Academy para darle vida con capital privado al programa de desarrollo de la FMT seguramente nunca se imagino la repercusión que tendría, pues hoy en día es la alternativa más solida en América Latina.
Si usted revisa el calendario de competición se dará cuenta que se han caído torneos en argentina y Brasil, en consecuencia el programa de desarrollo de México que es punta de lanza en Centro América y El Caribe, ahora lo es a nivel continental.
Recuerdo perfectamente el momento que se habló del tema con Flores, pues su rostro se transformó al dase cuenta de que habría una inversión histórica tan solo en las bolsas de 700 mil dólares más los gastos operativos. En ese momento no falto quien dijera que era un suicidio sacar adelante un proyecto tan ambicioso.
Con la ventaja de que en Cancun a diferencia de ciudades como Londres se pueden encontrar alternativas de alojamiento para todos los bolsillos, es decir, el tenista sin dinero se puede quedar en un hotelito de la estación camionera entre centenares de opciones o buscar acomodo con un amigo. Y comprarse sus alimentos en el super, no existe una justificación para que no pueda llegar a la cancha.
Una vez iniciado el circuito de desarrollo más importante en la historia del tenis mexicano nos dimos cuenta de que Flores no tiene el apoyo de las asociaciones del país para aprovechar esta iniciativa en pro del tenista mexicano y eso es verdaderamente lamentable, pues se detecta la presencia de muchos argentinos, colombianos, bolivianos, brasileños, pero muy pocos mexicanos sin un pretexto que lo justifique.
Para colmo también abundan serbios, norteamericanos, ingleses, italianos, ucranianos en mayor volumen que mexicanos. Incluso para darle cabida a mexicanos que no tienen puntos por los cambios que hizo la ITF se le dio vida a precalificaciones estando en juego wild cards para que se los ganen en cancha, pero en la rama varonil ninguno ha superado esa fase y uno se pregunta que pasa con el nivel de nuestro tenis.
Bajo este panorama hay que trabajar para que los tenistas mexicanos de entrada superen una precalificación en calidad de locales, pues de hacerlo se ganarán un lugar en la calificación.
El siguiente paso es que superen la calificación para que puedan meterse a los cuadros principales y acumular un puntaje que volverá a hacer en unos días como antes en el ATP. De tal forma que hay que hacer proyectos de trabajo con juveniles mexicanos para que desde ahora le entren a los raquetazos y sepan de que se trata este deporte en días actuales.
Incluso se pueden hacer concentraciones y muchas cosas, pero solo se requiere ejecutar una palabra: TRABAJO.
En el caso de las damas, a través de Marcela Zacarías ha valido la pena el esfuerzo porque logró una marca inédita en la historia del tenis mexicano que fue ganar 20 partidos de singles sin ceder un set. Más cuatro cetros de dobles.