Cuando pegue un ángulo corto abierto que saca a su rival de la cancha logrando desestabilizarlo; ¿Qué hago?
En ese caso, sin dudarlo, debo avanzar. ¿Por qué?
Porque en un 90 % de los casos mi adversario, ante ésta situación jugará una pelota corta, dándome lugar a volear o a pegar una buena derecha definitoria en el espacio libre.
Consejo: No desaproveche la situación cuando ejecute un buen ángulo.