Cuando le das seguimiento a los torneos del ATP o WTA te das cuenta de que tenistas cuyos países están involucrados en guerra como sucedió con Croacia y Serbia se mantienen al margen de las balas, salvo excepciones como la del ucraniano Alexandr Dolgopolov, quien ya opera con el ejercito que pretende sacar a Rusia de su territorio.
Dolgopolov ha ganado más de siete millones de dólares y fue trece del mundo, por tanto, si así lo quisiera estaría en Mónaco siguiendo las noticias de lo que sucede en su país. Pero una foto de Tenis Ucrania nos llamó la atención porque muestra a Dolgopolov de combatiente en inteligencia y armas.
Este hombre es conocido en México por haber llegado a tres semifinales del Abierto Mexicano y unos cuartos de final y finalizó con una caída en primera ante el croata Marin Cilic en 2017.
Dolgopolov antes de enrolarse al ejército ucraniano se preparó como lo hizo en el tenis en el manejo de armas y supervivencia. Muchos dicen que el tenis es su vida, este hombre da la vida por la patria. Y es cuando uno valora el nacionalismo que se da en la Copa Davis porque a final de cuentas un tenista es un guerrero.