En la cabeza de un tenista en cuestión de segundos pasan muchas cosas por la cabeza que generan emociones positivas y negativas. De tal forma que la reacción debe ser inmediata y es el subconsciente el que asume un papel determinante en lo que puede ser un momento de gloria y de frustración.
En la actualidad hay torneos que ponen un millón de dólares de diferencia en lo que es el triunfo y la derrota. Y es cuando no comprendes el por qué un jugador que tiene esa posibilidad llega a verse impotente para la lucha.
El tenista desde la infancia acumula muchos recuerdos, sentimientos que engloba la ira con la alegría. Ahora que están de moda películas de tenis llama mucho la atención QUINTO SET que narra la historia de un veterano que no se rinde y que a los 37 años, uno menos que el del mexicano Santiago González experimenta la frustración de haber perdido en una semifinal de un torneo grande (Rolnd Garros) con un regreso vía calificación que lo hace entender en edad madura parte de lo un jugador vive de acuerdo a su nivel.
Incluso personas que no están en tu mundo y que recuerdan tus proezas las sientes al calor de una jugada porque te brindan un apoyo sabedores del esfuerzo que haces al jugar con ampollas en las manos y con el antecedente de haberse despedazado la rodilla.
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