Ya pasaron más de 20 años de la realización de la novena edición del Abierto Mexicano y se nos vienen a la mente acontecimientos que sucedieron siendo el más relevante el wild card que se le entrego al alemán Tommy Hass para que apareciera de primero en la siembra porque en ese entonces el alumno de Nick Bollettieri era top 5.
Otro hecho que nos llamó la atención fue la eliminación del español Sergi Bruguera en primera ronda al sucumbir ante el argentino José Acasuso por 6-3, 6-3. Lo relevante fue que Bruguera se convirtió en el primer extranjero en recibir dos wild cards.
La representación mexicana quedó en Alex Hernández, quien sostuvo una batalla muy dura contra el sueco Magnus Norman y se vio en la obligación de abandonar con score empatado a un set y 2-1. Son de esas batallas que se guardan en la mente porque se pudo ganar.
La eliminación de Hass en octavos de final le abrió el camino a Carlos Moya, quien le ganó al austriaco Markus Hipfl, luego le cortó el paso a Acasuso. En cuartos sostuvo un duelo de tres sets con su paisano Fernando Vicente que se definió 6-1 en el tercero.
Moya, quinto de la siembra accedió a la final doblegando a otro compatriota Albert Montañez y cerró con broche de oro superando al brasileño Fernando Meligeni al son de 7-6 (4), 7-6 (4), sobre cancha de arcilla un tres de marzo de 2002.