Hemos escrito muchos artículos del Abierto Mexicano en Ovaciones, El Financiero y Respuesta Deportiva. Para honrar el torneo más importante de México, el cual mayormente fue impulsado por el empresario deportivo Alejandro Burillo.
Sin estar de por medio ningún interés y por la grandeza del certamen decidimos con nuestro enfoque relatar parte de lo sucedió desde 1993 a la fecha en la rama varonil porque está cerca la celebración de tres décadas de historia tenística.
El comienzo se comenzó a escribir en el seno de la FMT porque se tuvo el propósito contar con un activo para potenciar a la institución, pero ha sido la iniciativa privada la que tuvo la capacidad de respuesta de librar todas las crisis económicas que ha sufrido el país y hoy en día ya se ha dado una solides que garantiza la continuidad siendo Renata Burillo la autoridad.
El Abierto Mexicano es el vínculo perfecto para establecer contacto con la elite profesional dentro del mundo del ATP. De tal forma que las relaciones existentes permiten a nivel alto darles vida a proyectos nuevos, pues está claro que, si sigues haciendo lo mismo, no sucederán cosas diferentes.
La edición XXIX se realizó teniendo como director a Raúl Zurutuza y en la parte técnica a Avertano Cruz. Se repartió una bolsa de un millón 832 mil 890 dólares, siendo las estrellas en base al ranking el ruso Daniil Medvedev (2), el alemán Alexander Zverev (3), el griego Stefanos Tsitsipas (4) y el español Rafael Nadal (5).
Nuevamente y por cuarta vez Rafael Nadal saboreo las mieles del éxito en Acapulco en un entorno completamente diferente porque la empresa MEXTENIS inauguró un bello estadio que marcará una nueva época y que resultará inspiracional para muchos porque al haber lugares exclusivos se acentuará algo que se conoce como el círculo cerrado, en el que, se ingresará con el poder del bolsillo.
El torneo aplico tres invitaciones en favor del acapulqueño Alejandro Hernández, el español Feliciano López cercano en ese tiempo a cumplir 40 años de vida y su compatriota Fernando Verdasco de 37 años, quienes ya podrían jugar el circuito de veteranos. Aquí quedó claro que decisión de no darles wild card a tenistas de 25 años para arriba era exclusiva para jugadores nacionales.
En las transmisiones televisivas el director de la justa Raúl Zurutuza recibió grandes elogios porque para muchos las condiciones de juego fueron espectaculares y porque la respuesta del público aún con la intervención de los revendedores fue colosal.
En cancha el favorito fue el ruso Daniil Medvedev quien llegó con tranquilidad a la semifinal donde fue derrotado por Rafael Nadal, quien ocupo el cuarto lugar de la siembra. El score fue 6-0, 6-3.
El campeón defensor germano Alexander Zverev por increíble que parezca fue expulsado en la madrugada de un miércoles porque aplicó el uno, dos, tres y cuatro golpeando la silla del referee con un semblante de ira. No queremos imaginar cómo se sintió el juez cuando escucho los tronidos.
De tal forma que el inglés Cameron Norrie aprovecho la situación y soportado con una victoria relevante sobre el griego Stefanos Tsitsipas se ganó el derecho de medir fuerzas con Rafael Nadal.
El resultado ya es parte de una historia muy rica y que se definió en favor del español al son de 6-4, 6-4.
Zurutuza seguramente nunca se imaginó que esa vez sería la última en ser el director del AMT porque el éxito fue más que evidente. Ni tampoco nosotros imaginamos no estar en la gran fiesta porque sólo hubo la posibilidad de ingresar al estadio.
Y colorín colorado esta parte de la historia del singles en el Abierto Mexicano ha terminado previo a la realización de la XXX versión que sin duda tendrá gran impacto mundial.
Ratificamos nuestro respeto al gran Alejandro Burillo, quien al ser el dueño de la justa siempre mostró gentileza y señorío.