En la quinta edición todavía se pensaba que el Abierto Mexicano con sede en el Club Alemán, era una justa que serviría para apoyar al tenista mexicano, en consecuencia todos los wild cards se repartieron en los mejores del momento. Luis Herrera, Alejandro Hernández y Marco Osorio.
El austriaco Thomas Muster ya no se presentó a defender un tetracampeonato y llamo la atención la presencia en el cuadro de 10 españoles encabezados por Pato Clavet y cuatro argentinos. El torneo ya era el evento tenístico más importante de México después de la Copa Davis, pues en 1997 todavía la escuadra nacional pertenecía al grupo mundial porque en la edición anterior se tuvo una victoria cerrada sobre Argentina.
El entrenador colombiano William Álvarez se hacía notar en las prácticas con un ejercicio que hacia que los jugadores avanzaran y retrocedieran que se dio a conocer como el doble ritmo. Su alumno consentido en ese momento fue Juan Albert Viloca, quien sorprendió en la semi al brasileño Fernando Melingeni para buscar el cetro ante su paisano Francisco Clavet, ya un viejo lobo de mar que conocía las condiciones de juego.
Premio a la perseverancia porque en las dos pasadas ediciones 1995 y 1996 perdió en la semifinal con Muster y quedó más que clareo que tuvo la espina clavada, pero luego de vencer a Viloca por 6-4, 7-6 (7), en la final, pues se ganó el derecho de cargar un trofeo muy cotizado.
