El tiempo se va rápido y en la etapa XVI del Abierto Mexicano (2009) se notó la presencia del galo Gael Monfils quien en la primera ronda le ganó a su paisano Oliver Patience, quien ocupó el casillero 31, pero no deja de ser interesante que otro francés apareció en el lugar 30 del cuadro, se trata de Nicolás Develdier, quien por cierto perdió ante el brasileño Thomaz Bellucci.
La mano que manipulo el cuadro les hizo el uno, dos, tres a los paisanos de Napoleón. Lo cierto fue que Monfils si respondió mostrando señorío y un tenis muy ameno para el aficionado porque dista de lo común al haber espectacularidad.
Juan Ignacio Chela recibió un wild card, seguramente en premio a su efectividad pasada, ya que ganó dos veces el torneo en el Alemán y en Acapulco, un hecho que fue y es inédito porque fue el único que lo logró en altura y nivel del mar.
Chela cayó en cuartos con su coterráneo José Acasuso, quien a su vez fui víctima de Monfils en la semifinal. Todo esto sucedió en la parte baja del cuadro.
Pero que sucedió con el favorito David Nalbandian, pues nada porque fue derrotado en la primera ronda y dejó mar sabor de boca, sobre todo porque en la pasada versión por lo menos llegó a la final.
Ese dolor de la derrota en primera ronda lo compartió Santiago González, quien fue presa de Nicolás Almagro, campeón defensor por 6-4, 6-2. Y Bruno Echagaray ante Albert Montañes para variar de España.
El aficionado nacional se preguntaba el por que el mexicano no ganaba un partido a nivel del mar porque en la Ciudad de México se dieron buenas victorias.
Almagro sin ceder un set hilo nueve victorias luego de vencer en la semi al argentino Martín Vasallo y para convertirse en el cuarto jugador en lograr un bicampeonato solo tenía que ganarle a Monfils, quien llegó a la cancha como amplio favorito.
Nicolás sacó el cotizado triunfo por 6-4, 6-4 y sumo su nombre al de Thomas Muster, Juan Chela y Carlos Moya, quienes ganador por lo menos dos títulos desde la concepción de la justa en 1993.
