Sentenciamos que Rafael Nadal se iba a poner muy peligroso si llegaba a los cuartos de final del Australian Open y ya está.
Le ganó de milagro a un calificador y ayer le dio una paliza al sudafricano Kevin Anderson, ahora ya está listo para el checo Thomas Berdych, estando de por medio el pase a la semifinal.
Un tenista de la talla de Nadal solo requiere de confianza para hacer de las suyas en los grandes torneos.