El tenis mexicano se ha movido en un circulo vicioso que ha evitado la llegada de grandes jugadores. Seguramente muchos presidentes nuevos no conocen a fondo la historia del deporte blanco a profundidad, pero hemos tenido exponentes de clase mundial que estaban en la cumbre.
Mexicanos de sangre que defendieron en algún momento de su carrera a Estados Unidos hay dos casos interesantes: Pancho González, quien fue para muchos el mejor del mundo en la década de los 50 y Angélica Gavaldón, quien en 1990 intervino en los cuartos de final del australian Open como estadounidense y el 1995 como mexicana.
La zona norte del país puede contribuir a la detonación del tenis, tan es así que en Baja California Norte detectamos un centro tenístico en Rosarito que cuenta con estadio y canchas con medidas oficiales, en el que, se pueden concentrar tenistas para que compitan en el Sur de California.
La vicepresidenta de la zona Gissel Ibarra para conectar a Sonora, Sinaloa, Baja California Norte y Sur en la mayoría de los casos se requiere transporte aéreo, entonces la primera tarea que habrá que comenzar a trabajar es la incrementación de jugadores de competencia para que se eleve el nivel interno de los estados y para que los seccionales tengan impacto con un mayor número de involucrados.
Todo esto coincide con lo dicho por la propia Gisell: los estados pueden trabajar.
Ahora hay que provocar el trabajo direccionado a través de una inercia soportada por la FMT. En resumen para que esto sea realidad se requiere de buenos gestores, tiempo y trabajo. No hay crisis que pueda vencer al trabajo.
El norte del país ofrece grandes oportunidades de desarrollo porque se puede aprovechar la estructura de California, Arizona, Nuevo México y Texas. Y para ello es importante detectar a tenistas mexico-americanos que pueden colaborar en el desarrollo de los tenistas.
Una vez que la ITF oficialice la situación de México, luego del cumplimiento de la tramitología, tenga la seguridad de que Sonora, Chihuahua, Coahuila, Baja California Norte y Sur, podrían tener acceso a beneficios que solo se encuentran en Nuevo León y Tamaulipas, pues son las únicas entidades que cuentan con justas ITF.
Si Gisell enfoca bien la ruta a seguir se pueden repetir historias de éxito, pues los padres de Pancho González son originarios de Chihuahua. Adicional la gente del norte goza de buena estatura y con una promoción en kinders y escuelas para integrar gente al tenis se pueden detectar talentos con características que demanda el tenis mundial.
Gisell se puede apoyar en lo tenístico en Mario de León, Daniela Muñoz, Juan Carlos Arredondo y otros ex tenistas que comprenden perfectamente lo que estamos diciendo. Y si bien es cierto que vivimos una época de crisis también es cierto que las épocas de crisis son de oportunidad.
Lamentablemente estas oportunidades se están aprovechando para generar grilla y no tenis. El reto de la vicepresidente de la zona norte es grande, pero suena interesante.
